El temido corralito llegó a Europa por la puerta grande vía Chipre al no votar ninguno de los 17 ministros de la eurozona en contra de la medida. Todos, absolutamente todos, votaron a favor llegando incluso nuestro ministro De Guindos a afirmar que le parecía una medida acertada.

La Comisión formada por los 27 ministros reunidos en el Ecofin de octubre de 2008, después de ver lo que pasó en EEUU con Lehman Brothers -y del que precisamente era hombre fuerte en Europa el Sr. De Guindos-, sintieron la enorme necesidad de transmitir confianza y concluyeron que el Fondo de Garantía de Depósitos de los Estados miembros pasara a ser de 100.000 euros por cuentacorrentista.

Pues bien, el pasado día 16 los 17 ministros de la eurozona reunidos para tratar el rescate a Chipre decidieron cometer un fraude de Ley al imponer a Chipre, como condición para su rescate, una tasa a los ahorradores chipriotas de un 6,75% hasta los 100.000 euros y del 9,9% a partir de esa cantidad. Cuando digo “tasa” estoy diciendo expropiación, estoy diciendo atraco a mano armada y, además, a todas luces ilegal.

Hoy, 21 de marzo, estaba previsto que los bancos chipriotas volvieran a abrir sus puertas (porque hay que decir también que sus ciudadanos llevan varios días sin poder acceder al dinero de sus cuentas corrientes), pero finalmente han decidido retrasar la apertura de los mismos hasta el próximo día 26 ante el temor de largas listas de chipriotas esperando para sacar su dinero de los bancos y llevarlo a algún destino más seguro, como podría ser el colchón de sus camas.

Pocas horas después estos sabios ministros decidieron rectificar y “aconsejaron” al Gobierno de Chipre a no imponer esa tasa, esa expropiación, esa ilegalidad a aquellos ciudadanos con un saldo inferior a los 100.000 euros.

Esta acción-rectificación puede parecer para algunos una improvisación propia de países mediterráneos y flamencoides como el nuestro, pero viniendo de quienes vienen y sabiendo con los bueyes que aramos, no me creo eso. Pienso más bien que ha sido un experimento con un país pequeño para ver la reacción de la ciudadanía y hacer lo propio más adelante en países como Italia o España.

Si nuestro propio ministro De Guindos lo calificó como una medida acertada -aunque después de que rectificaran no volviera a hablar- ¿Será capaz de garantizar que eso no vaya a pasar aquí? Yo, pensándolo fríamente, creo que sí sería capaz; exactamente igual que garantizaron que no subiría el IVA, el IRPF o que no tocarían las pensiones o la sanidad.

¿Será por garantizar?