Un antifaz
“Un antifaz, siendo de oro,
no es un tesoro pa' que se tenga…
sin más ni más, como una chapa
sobre solapa de cualquier prenda...”
Así comenzaba uno de los pasodobles de la comparsa “Simplemente Cádiz”, exponiendo la opinión del autor sobre cómo se otorgan los Antifaces de Oro en el Carnaval de Cádiz.
Actualmente, para que te lo concedan tienes que tener un requisito, que es tener 25 años en la fiesta. Como hay un gran número de carnavaleros que cumplen con esa condición, hace varios años que establecieron un baremo.
Por cada participación en el concurso: 1 punto. Por cada final alcanzada: 0,5 puntos.
Últimamente se está rozando los 40 puntos. Con lo cual, si un carnavalero no consigue acceder a ninguna final, tiene que llevarse casi 40 años para que se lo concedan. En el caso de los componentes, no depende de éllos mismos ni de su calidad individual, sino por la que tenga el autor de su agrupación. Un premio que es individual y personal, no creo que tenga mucho sentido que no dependa de él, y que dependa de la calidad del autor y de la agrupación en general.
Además, el antifaz para que te lo puedan conceder, tienes que presentar tu currículum carnavalesco a la asociación de antifaces de oro. Creo que si se puede consultar las inscripciones con la relación de componentes de cada agrupación, no entiendo por qué tenga que solicitarse para que te lo concedan.
No me imagino a los actores de Hollywood, por ejemplo, presentando a los “Óscar” sus méritos para que tengan que concederle el premio.
En ese tema, siempre he pensado lo mismo, ni se le debe conceder a todo el que cumpla 25 años, ni tampoco se debe ser estricto con el tema de los años. Estamos de acuerdo que para participar en 25 agrupaciones tiene su mérito, no lo niego. De hecho, a mí me falta un año para cumplir esos 25 carnavales, y siendo sincero no creo que tenga tanto mérito como para recibir una distinción de esa categoría.
Hay muchos carnavaleros que lamentablemente ya no lo tendrán, y otros que aún estando vivos, al no estar ya en activo, veo muy complicado que lo vayan a conseguir, y bueno, a José Peña Herrera “Peña”, se lo dieron este año, pero después de casi 20 años que nos dejara.
Antonio García Fernández, Pedro García Garrido “Pedrito”, José Manuel Gómez Sánchez “Gómez”, José Guerrero Roldán “Yuyu”, Antonio Martínez Ares, José Silva Navarro “Silva”, Antonio Trujillo Ramos “Catalán Grande”, Pedro Trujillo Ramos “Catalán Chico”… y muchos otros que merecieron el antifaz.
Aún en estado de shock por el fallecimiento de Juan Carlos Aragón, sale a la luz que le van a conceder a Juan Carlos el Antifaz de Oro a título póstumo. Según dijeron, este año le tocaba. ¿Mucha casualidad, no? Aunque tampoco lo entiendo, si tienen que solicitarlo con anterioridad. En una de las últimas entrevistas que le hicieron, le preguntaron sobre el Antifaz de Oro. Dejaba muy claro que no creía en ese reconocimiento porque muchos de sus pilares carnavalescos no lo habían conseguido aún, y que no lo quería, ni que nadie lo solicitase en su nombre.
Me parece muy oportunista concedérselo ahora, cuando debería haberlo conseguido mucho antes, pero claro, como se ciñen en los 25 años y los puntos de las finales de cada galardonado, pues pasa lo que pasa, que alguien como “El Peña” o Juan Carlos Aragón, nos dejen sin ese reconocimiento en su solapa. Además, dieron a conocer que le darían el Antifaz de Oro pocos días después de su fallecimiento, cuando en vida ya dijo que no lo quería. No han tenido respeto a sus familiares y amigos, que aún estaban llorando su pérdida. Espero que su viuda rechace el galardón y que se pueda cumplir su voluntad.
Creo que la Asociación de Antifaces de Oro, en vez de ser hipócrita y aprovecharse del fallecimiento de un autor, debería cambiar su “baremo” y concedérselo a quienes hacen al Carnaval de Cádiz grande, que no tengan que volver a dar el Antifaz de Oro a quien lo merece cuando ya no están con nosotros.
Como diría el final de ese pasodoble…
“Me parece que el oro va perdiendo quilates.
Un antifaz, el de nuestros días
y lo digo sin ofensa,
que yo nunca buscaría
porque se me caería
la carita de vergüenza.”