Benditas lágrimas
No cabe duda que nuestra bendita fiesta, es un volcán de emociones.
Pocas tradiciones, por no decir ninguna, son capaces de desnudar nuestras almas, y dar rienda suelta a nuestros corazones. ¿Qué curioso verdad? la fiesta de las máscaras, es la que nos muestra tal como somos. Humanos, con sentimientos, que muchas veces ocultamos, por miedo al qué dirán, por vergüenza al ridículo, por este modelo vergonzoso de sociedad, que nos ha convertido en autómatas de los sistemas…….
Pero; es tan grande, tan inmensa, tan única, que enciende la mecha de los sentidos. Algo dentro de nosotros, nos resetea y permite, que fluyan nuestros sentidos, abre las almas, seca las gargantas, eriza las pieles, y asocia automáticamente, estados de ánimo con las benditas coplas.
Quién de nosotros, no se ha sorprendido, al sentir correr por sus mejillas, el cosquilleo húmedo, de los sentimientos, en forma de lágrima. Sin atender a ningún patrón, sin un porqué…. Benditas lágrimas que nos hacen sentir mejor, benditas coplas que nos rescatan….
Quien no le ha pasado; Un carnaval, donde las circunstancias, no le permitieron disfrutar de él. Pero cuando ya lo daban todo por perdido; Un momento, una copla, un instante, abrieron de nuevo su alma.
Bendito Carnaval, poderoso cual rugir del océano, benditas coplas que nos llevan al fondo de nuestras almas, benditas lágrimas, que arrancaron el veneno de los corazones, y al rodar por las mejillas, iluminaron nuestras almas.