Tres imágenes isleñas en la exposición ‘Traslatio Sedis’ de la Diócesis gaditana
En la mañana de ayer lunes 18 de junio, con la presencia del Excmo. y Rvdo. Obispo de la Diócesis de Cádiz-Ceuta, Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, acompañado por diversas autoridades civiles y militares, se inauguraba la exposición “Traslatio Sedis” en la Catedral gaditana, la cual viene a conmemorar el 750 Aniversario del traslado de la sede episcopal de Medina Sidonia a Cádiz, así como el 600 Aniversario de la creación Diócesis ceutí, a la que San Fernando aporta tres imágenes.
Esta magna exposición, que ha sido comisariada por el Rvdo. P. David Gutiérrez, párroco de Ntra. Sra. de la Oliva de San Fernando cuenta con un novedoso montaje expositivo que ha corrido a cargo de la empresa ArtiSplendore y la Fundación Edades del Hombre. Compuesta por 91 piezas procedentes de diferentes puntos de la diócesis gaditana, así como de otros lugares como el Colegio de los Ingleses de Valladolid o el Museo del Prado de Madrid, está organizada en seis capítulos que vienen a narrar la historia de la Iglesia en la diócesis gaditana. Estos seis capítulos son:
Capítulo 1º: Los orígenes de la Fe. La fe cristiana en el territorio asidonense. El Obispado de Asidonia; Capítulo 2º: La incorporación de Cádiz a la Corona de Castilla. Traslado de la sede asidonense a la ciudad y Obispado de Cádiz; Capítulo 3º: El Episcopado Gaditano. La Catedral; capítulo 4º: Clero secular y regular. Parroquias y vida consagrada; Capítulo 5º: La religiosidad y la caridad de los gaditanos: Capítulo 6º: La Fe cristiana en el estrecho. Ceuta.
Dado el ingente patrimonio artístico que la diócesis gaditana acumula, repartido en diferentes iglesias, templos, parroquias, capillas y conventos, se ha optado por incluir relevantes piezas de cada uno de los Arciprestazgos que conforman la Diócesis gaditana, donde el Arciprestazgo de San Fernando, con sus doce parroquias, ocupa un lugar muy destacado en el organigrama de nuestro Obispado.
Tres son las piezas isleñas que exhiben en esta magnífica exposición, dos provenientes de la iglesia conventual San Joaquín y Santa Teresa de Jesús (vulgo del Carmen) y la tercera, de la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo.
De la Iglesia del Carmen, las piezas escogidas han sido la Transverberación de Santa Teresa de Jesús y la impresionante imagen de Jesús Nazareno.
La primera de las piezas carmelitanas, que preside un retablo de estucos policromados de imitación marmórea, emplazado en la cabeza de la nave de la Epístola, es una escultura de bulto redondo y talla completa, obra documentada del escultor napolitano Felice Buonfiglio, ejecutada entre 1757 y 1760 por encargo de Fray Juan de San Gregorio. La misma, que forma parte del capítulo 4º, dedicado al clero secular y regular, destaca por su espléndida policromía y su suave encarnadura.
La segunda de las piezas provenientes de la Iglesia del Carmen es la devota imagen de Jesús Nazareno, una talla de candelero anónima, del siglo XVII, atribuida con gran fundamento a la escultora sevillana Luisa Roldán, “La Roldana”. La cual fue realizada hacia 1685, que preside su propio altar, al comienzo de la nave del Evangelio, costeado por el benefactor Francisco Bernal García, Secretario de S.M. y Escribano Mayor de las Rentas Reales y Servicios de Millones de la ciudad de Cádiz, quien en 1732 adquiría esta capilla para labrar en ella una bóveda de enterramiento para él y sus descendientes. Posiblemente las trazas de este retablo fueran realizadas por Fray Bartolomé de San Pablo, autor del diseño del retablo mayor de esta misma iglesia.
La imagen de Jesús Nazareno, que forma parte del capítulo 5º de la exposición, dedicada a la religiosidad popular y la caridad de los gaditanos, es una talla de candelero al uso, concebida para ser revestida con ropas telares, contando con espléndidas túnicas bordadas en su ajuar. Una de ellas, con bordados de estilo rocalla, de gran riqueza, es la pieza que luce en esta exposición gaditana. Se completa la iconografía de este soberbio Nazareno con una cabellera de pelo natural, corona de espinas sobrepuesta y potencias de argénteo metal. Contó con Hermandad propia en el seno del propio convento, fundada en 1751 por un grupo de cofrades de la Hermandad del Carmen, pero de corta vida corporativa, pues en la relación de cofradías isleñas de 1764 ya no se la cita.
La última de las imágenes isleñas presentes en esta gran exposición es la escultura del Arcángel San Miguel, que preside habitualmente el retablo de Ánimas de la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo de nuestra ciudad, ubicado en el crucero lado del evangelio, del referido templo, desde 1765, cuando adquiere esta capilla para labrar su propio altar y bóveda de enterramiento. Esta talla anónima, datada en torno al 1700, representa al Arcángel San Miguel como Juez Supremo del Paraíso, quien con una balanza se dedica a pesar las buenas y las malas acciones de nuestra vida como creyentes, que terminarán dilucidando el destino final de nuestras Almas, ya sea la condena en el Infierno o la gloria del Paraíso Celestial.
Esta escultura del Arcángel San Miguel, que podemos contemplar en el capítulo 4º de la muestra, dedicado al clero secular y regular, es titular de la Venerable Esclavitud del Santísimo Sacramento y Archicofradía de Ánimas Benditas, fundada en 1733. En el año 2004 paso a ser cotitular de la Hermandad de Medinaceli de San Fernando, tras la fusión de ambas corporaciones decretada por el Obispo de Cádiz, Monseñor D. Antonio Ceballos Atienza.
Con motivo de esta exposición esta escultura ha sido restaurada por la Fundación Edades del Hombres, lo que ha permitido recuperar todo el esplendor de su policromía.
La muestra permanecerá abierta al público hasta mediados del mes de diciembre.
Rafael J. Ríos Delgado