Las ganas y la ilusión de Galván se estrellan con la corrida de Torrehandilla
Vigésima segunda de la Feria de San Isidro con algo menos de tres cuartos de entrada se han lidiado cinco toros de Torrehandilla y Torreherberos bien presentados ofensivos de cornamenta y muy astifinos, pero con pocas hechuras de embestir faltos de raza y venidos a menos en la muleta y uno que hizo sexto de sobrero de Virgen María de menos presencia pero calcado en juego a los anteriores.
Daniel Luque, ovación y silencio.
David Galván, ovación y silencio.
Álvaro Lorenzo, ovación y silencio.
Cayó cruz la moneda lanzada por David Galván en la 'Feria de San Isidro 2018' con una corrida de Torrehandilla y Torreherberos que apenas dio opciones de triunfo salvo el lidiado en quinto lugar, segundo del lote del torero isleño.
Las ganas y la ilusión de Galván se fueron difuminando según pasaba la tarde en el coso venteño, otra año más el paso del torero isleño por San Isidro deja en vilo lo que resta aún de temporada.
Muy ofensivo y astifino el primero de Galván con el que no pudo estirarse a la verónica por la salida suelta y distraída del de Torrehandilla.
En la muleta puntea en cada muletazo y levanta la cara en continuos hachazos, aún así Galván consigue varias tantas de muletazos, por el pitón derecho rematadas con buenos pases de pecho. Al cambiar de pitón, el de Torrehandilla, cerró el grifo de sus ásperas embestidas y poco más pudo hacer el diestro local salvo varios muletazos al natural pero de uno en uno y sin ligazón. Faena con demasiados enganchones.
Gran estocada, ovación.
Al segundo de su lote un colorado de 600 kilos lo recibió Galván con una larga de rodillas en el tercio, a la verónica y por chicuelinas cerrando con una gran media, término el saludo capotero al segundo de su lote.
Si duda alguna fue este colorado el toro de más opciones de la fría y húmeda tarde isidril, con mayor recorrido y noble embestida.
Con un cartucho de pescado invertido en los medios, empezó Galván su faena al segundo de su lote seguido de ajustados estatutarios y dos buenos pases del desprecio.
Inicio vibrante de faena muy aplaudido por el público, al igual que la primera tanda de derechazos.
El inicio de la segunda tanda fue muy prometedora, dos buenos derechazos jaleados por el público pero en el tercero Galván levantó la mano para llevar la embestida del burel a media altura y a partir de ahí la faena cayó en picado. Debió seguir el toreo de mano baja y apretar más a su oponente, algo que en Madrid es obligatorio, cortó demasiado pronto las distancias a un toro que pedía lo contrario y optó por el toreo de cercanías, algo que en Madrid si no es un toro que asuste no suele gustar.
Con unas bernardinas y manoletinas saliendo varias veces trompicado cerró Galván el trasteo de muleta.
Estocada entera, silencio.
Carlos Peci