El 1 de Mayo
En el primer día de Mayo celebramos el Día Internacional del Obrero. Una fiesta que rinde tributo a los "Mártires de Chicago" y a los múltiples movimientos que se generaron a posteriori en otras zonas del mundo. En la Segunda Internacional de Paris se marcó éste día como un tributo para el obrero.
No obstante, me parece curioso que con el paso de los años la clase trabajadora se ha acomodado, y olvidado, su eterna lucha de defender unos derechos que constantemente están en juego.
Me parece de opresor, pura esclavitud, las múltiples ofertas de empleo que salen hoy en día a la palestra. Ofertas de empleo donde se empiezan con unos días de prueba no remunerados, en su mayoría, o pagados a la mitad. Ofertas, donde se exigen unos requisitos desproporcionados para la competencia que se requiere. Supuestos empleos, donde se te pagará por metas... Es decir, no tendrás sueldo base y seguramente será una empresa piramidal, donde los "jefes" van a lucrarse de tu sudor mientras ellos se pasan el día a la bartola.
Las manifestaciones del 1 de Mayo de 1886 exigían, sobre todo, jornadas laborales de 8 horas... ¡8 horas! Hoy en día encontrar un trabajo así es el sueño español... ¿No? Porque claro; ese camarero de tasca "hipster", abre por la mañana y cerrará, por supuesto, por la noche. Adivino que sólo está asegurado por cuatro horas y no recibirá un salario por las horas extras. Es como ese albañil de obra que se rompe el lomo con una seguridad laboral digna de las mejores empresas. O ese dependiente de una gran multinacional que como hable más de la cuenta se va a la calle.
Pero oye, no pasa nada, antaño mataron a unos cuantos por pedir una jornada laboral de 8 horas, pero hoy: "¿Cómo te vas a quejar para que te aseguren las tuyas? Por favor, que si no quieres trabajar, so vago, detrás tuya vienen otros tantos que harán lo mismo que tú por la mitad del sueldo". ¡Qué sociedad más triste!
Adolf Fisher, Samuel Fielden; entre otros; murieron por unos ideales que se están perdiendo en el tiempo. Es decir, que me digan los empresarios, "perroflauta", pues lo puedo entender. Pero que el propio pueblo oprimido me lo diga deja claro como de bien adiestradas están las ovejas.
El opiáceo del pueblo está bien servido; fútbol, salseo, alcohol y drogas. Los referéndums han pasado de ser sobre la pertenencia a la OTAN, a pedir la independencia de un trozo del país para que les sigan gobernando los del 3%, o para pedir que la Feria de Sevilla dure más días.
En definitiva, éste 1 de Mayo yo no tengo nada que celebrar. Nuestra ley laboral es una mofa con los despidos exprés, nuestras jornadas laborales ínfimas, la explotación laboral está muy bien servida y unos sindicatos comprados... Por no hablar del paro juvenil y de la desigualdad salarial entre sexos... ¿Qué debo celebrar yo?