Cristo rodeado de "oro" y "capillitas".

Vamos a ser francos desde el principio, estoy hasta la coronilla de las polémicas de Semana Santa y de todo el morbo que la rodea. Aunque claro, esto me recuerda mucho a otros opiáceos de la sociedad, todos viven de los conflictos.

En primer lugar, España se caracteriza por ser un estado aconfesional según su Constitución. Esto no quiere decir que yo esté en contra de que las procesiones salgan a la calle, no olvidemos que es un interés turístico y comercial para la hostelería. No obstante, ¿no deberían otras creencias salir a la calle para predicar su fe?  ¿No tendrían que pagar las cofradías, o hermandades, los costes que supone su penitencia?

Hay que recordar que los cortes de circulación, la colocación de señalizaciones temporales, el mantenimiento de la vía pública, la decoración y gastos de personal extraordinario para dichos eventos debería de ser sufragados, al menos en parte, por los interesados. Cosa natural cuando un evento de ocio privado, o deportivo, se instala en la ciudad.

No quiero meterme mucho en la cuestión de fe y creencias, pero creo que se está haciendo un espectáculo muy preocupante en el mundo cofrade. Para empezar, creo que no se es más creyente si se es elegido hermano mayor de alguna hermandad, o el día de su salida a la calle se dan golpes en el pecho por su fe. Creo que es más creyente el que día a día, sin hacer mucho ruido, va semanalmente a su iglesia de barrio a rezarle en privado a su Cristo.

Luego tenemos el negocio del sentimiento. Puedo entender que se paguen unas tasas mensuales mínimas para el mantenimiento del hábito de penitencia y gastos varios, que en algunos casos, parte son donaciones a Cáritas. Pero cobrar a los que sólo quieren salir detrás de una imagen, sin decoro alguno, sin atención de nadie... Me parece deleznable. Pero tranquilo, que se le darán alguna estampita, o cualquier merchandising para apaciguarle.

Y las polémicas... Sevilla marca tendencias... Que si esta cofradía lleva el paso sevillano, que si esta ahora no sale, que si la junta directiva de no sé donde monta un pollo en sus reuniones y acaban a gritos... ¿Esto es carnaval? ¿Esto son equipos de fútbol? ¿Hablamos de sentimientos religiosos, o de protagonismos? ¿Lo importante no es la fe?

Hay un punto que me gusta sacar mucho, la representación de Cristo. Según las sagradas escrituras del catolicismo; Éxodo, Levítico, Isaías, Hechos y Juan; dicen claramente que no se puede hacer representaciones de su imagen, y mucho menos venerarlas. ¿Son todos unos paganos? ¿Por qué ese pique tan tonto entre hermandades? No digo que todas tengan roces, pero es innegable que la rivalidad entre varias Vírgenes o Cristos existe.

Otra cosa que no entiendo, Jesucristo se reunía con todo tipo de personas y para él todas eran iguales. ¿Por qué esos palcos privilegiados para los políticos y eclesiásticos? ¿Por qué ese negocio con asientos para personas de clase alta? Menos mal que algunos alcaldes del cambio están abandonando sus ventajas.

Es muy bonito ver esto como algo cultural, tradicional y turístico, pero creo que en ningún momento Jesucristo nos enseñó a sacar procesiones de este calibre. No creo que pidiera dinero a los mendigos, prostitutas y enfermos para que hicieran penitencia con él. Dudo mucho que prefiriera que le adornaran de oro el canasto o la crestería, y a su santa madre el palio de materiales preciosos... Creo que Cristo, como pobre que era, preferiría dárselo todo a los menos desfavorecidos.

En mi opinión, como todo este artículo, me es más bello ver un paso de madera sencillo y bien pulido, a uno tan lleno de metales preciosos y pedrería. Recordemos que nuestro Salvador era carpintero, no joyero.