Los mayas tenían razón
Al final no nos ha quedado más remedio que darle la razón a esos sabios y milenarios mayas que, en su primera profecía, auguraban el fin del mundo en diciembre de 2012 ya que, por mucho que la NASA se haya esforzado en negarlo, coincidiendo con el final del Primer Año Mariano, el mundo, tal y como lo conocíamos, ha sido destruido. Aniquilado por completo.
Ese mundo que garantizaba justicia, Estado de bienestar, equidad e igualdad de oportunidad para todos, ha sido fulminado por unas políticas abiertamente neoliberales que no solo tenían bien escondidas en el fondo de un cajón, sino que además negaron públicamente en infinidad de ocasiones.
Los primeros días del Año Mariano nos hicieron temer lo peor cuando anunció el presidente del gobierno que iba a verse forzado a acometer medidas que no tenía previstas al ser el déficit más alto de lo que él creía, aunque omitiendo de forma torticera el dato de que las Comunidades que más habían contribuido a esa desviación, falseando las cifras y ocultando facturas, habían sido Castilla y León, Valencia y Madrid. Casualmente CCAA gobernadas por el PP.
“El Estado de bienestar es insostenible”, decía Aznar desde su Fundación FAES y Mariano, su brazo ejecutor, se puso manos a la obra.
Hasta un mes antes de la subida del IVA, Rajoy seguía negando este hecho. “Subir el IVA es un disparate, es el sablazo del mal gobernante”, aseguraba cuando estaba en la oposición. ¿Qué pensará cuando se ve en esos mítines gritando “¡No más IVA!”? ¿Pensará algo?
¿Sentirá vergüenza recordando esa foto que una mañana de enero de 2010 se hizo ante la cola de una oficina del INEM diciendo “cuando yo gobierne se acabará el paro”? Ya vamos por 6 millones de parados, la mayor tasa de paro de toda la OCDE, consecuencia directa de su reforma laboral.
“No habrá ningún rescate a la banca española”, sentenciaba el 28 de mayo. El 9 de junio se pidió dicho rescate.
El “si hay algo que no tocaré serán las pensiones, porque el pensionista es la persona más indefensa”, lo cambió por un “lo hemos intentado, pero no ha sido posible” tan solo unos días después de celebrarse las elecciones catalanas.
Copago de medicamentos, ambulancias, prótesis, tasas judiciales, recortes en servicios sociales, Educación, Cultura, I+D+i, subida del paro, aumento de la deuda, ayudas a los grandes defraudadores, amnistías a políticos y empresarios corruptos….
Ayer, 28 de diciembre, coincidiendo con el día de los Santos Inocentes, el Sr. Rajoy tuvo a bien dar una rueda de prensa para hacer balance de su primer año de “gestión”, ese ya famoso Primer Año Mariano, y lo oído no pudo ser más decepcionante. La primera frase fue para recordar la herencia recibida (“conozco perfectamente la situación del país y no me voy a quejar de la herencia recibida”, decía poco antes de las elecciones) para, a continuación dar las gracias a los españoles por los sacrificios que estaban haciendo. Gracias a estos sacrificios, dijo, la confianza exterior hacia España había mejorado. Pues bien, como seguramente sabrán, el mejor termómetro para medir esa confianza es la prima de riesgo y en estos momentos está 100 puntos por encima de cómo se la encontró; es decir, hemos perdido 100 puntos de confianza gracias a sus recortes y nuestros sacrificios. Todo un logro.
Asimismo dijo el buen hombre que “a día de hoy” no se plantea una nueva subida de IVA, lo que significa que a buen seguro volverá a subirlo para contentar a la Sra. Merkel, y que los números de paro “han mejorado”. Se podría volver a levantar a las 7 de la mañana y contarles eso a los que estén en la cola de la misma oficina del INEM que visitó hace ahora casi tres años.
Ni este artículo, ni veinte como este, dan para enumerar todas las mentiras que nos ha ido contando Mariano durante su primer año, pero algunos, incluso sin ser maya, ya lo veíamos venir y lo avisamos.