Os presento dos divertidas ideas originales, utilizando una botella de lejía y botes de champú.

Con la botella de lejía, una vez bien enjuagada, limpia y sin restos de etiquetas comenzaremos a cortar utilizando un  cutter, realizaremos un hueco por el que luego podremos guardar lo que queramos. Le pegaremos unos tapones con silicona caliente. De igual modo procederemos a pegar unas orejas hechas con trozos de otras botellas o con tapones de distintos tamaños. También podemos añadirle bigote, gafas, etc. Momento de dejar libre vuestra imaginación. Os quedará un simpático muñeco en el que guardar, lo que queráis, lápices, rotuladores, anillos, etc.

La segunda manualidad, también está hecha con botes de plástico. Esta vez son botes de champú. Se les recorta la parte del tapón y se le da forma de pelos, o de lo que se desee. Se pinta del color escogido siendo de  un solo color o de varios.

Con silicona caliente procederemos a pegar, los ojos grandes y llamativos. Le podemos pegar lanas, en forma de pelo, hacerles sombreros, ropa, etc. Al final tendremos unos simpatiquísimos lapiceros, muy originales, para colocar en cualquier lugar. Pudiéndose ser también útil para guardar los peines en el cuarto de baño; para lo cubiertos en la cocina, etc.