Bodas de Plata
Ya son veinticinco años los que han pasado desde que nos dimos uno de nuestros "sí". Y digo uno porque no fue el primero ni tampoco el último. Dije "sí" cuando miré tus ojos; cuando se calvaron en los míos para asegurarme que serían la guía de mi vida, el faro que alumbraría el más oscuro de mis días, la gran pantalla donde proyectar todos los sueños que me quedaban por alcanzar.
Te di mi "sí" cuando me regalaste tu sonrisa; no hay gesto que me guste más que esa mueca que se despierta en tu rostro en cada despertar, la que me enseña que, hasta en las penas más intensas, puede ser ella la que entregue el sentido a toda mi existencia.
Cómo negarme a tus manos, a las caricias que desde hace siglos han sabido mantenerme a tu lado; sí al roce de tu piel, a las noches sin fin que, bajo las estrellas, vimos encenderse al cielo, a los días que, bajo el sol, encontramos a la luna mirándonos con emoción.
Sí, cómo no pronunciarlo cuando me pediste ser tu eterna acompañante, tu amor, tu pasión, la que también da vida a tu vida. Un "sí, quiero"...; quiero hacer mucho más que amarte; quiero parar al viento que despeine tus ganas, secar el mar que a veces te ahoga, parar la Tierra si no llegas a la hora; quiero ser tu rosa de los vientos para que no pierdas el rumbo, el reloj que marca las horas que me separan de tu cuerpo, la voz que canta cada año para que se te escuche en el Universo y las ilusiones que hacen que al mirarme...me derrita por tus besos...
Amor, sí, amor que nos trajo el valor para ser padres, para dar luz a tres vidas que hoy nos entregan el sí de sus pasos, del camino en el que ya hemos quitado tantas piedras como veces han tropezado, como consejos les hemos dado; no pudimos, ni podremos, evitar sus caídas, pero hoy nos vuelven a mostrar que son ellos esos brazos con los que siempre podremos contar; brazos que se forjaron con nuestras lecciones, con las noches que no nos dejaron dormir, con los días que nos privaban de respirar. Nuestro tesón son sus ojos llenos de lágrimas al sentir que la vida juntos es lo mejor que les pudimos dar.
Ya son veinticinco años los que han pasado y hoy, de nuevo, nos damos el "sí". Sí a otra montaña de años unidos, a la amistad que hoy nos acompaña, a los familiares que nunca se fueron, a los que se marcharon para descansar en paz, a los que aún no nos conocen y a los que algún día nos encontrarán; sí a tus dedos entrelazados a los míos, a las voces que nos cantan para llenar de magia lo que ya rebosa encantamiento, a las almas que dan vida a esos corazones, a la emoción con la que hemos llenado "la casa de Dios", a los sueños que hemos hecho realidad siendo uno en dos.
Sí a las manos de una escritora que intenta colarse en mi Amor, que comparte con su alma la esperanza que hoy le damos tú y yo; sí a sus letras llenas de nostalgia, a sus frases impregnadas de mi olor; sí a un encargo, un deseo, mucho más que una ilusión...; sí a una tarea imposible, pues quién puede describir el amor, si tras tantísimos años, ni yo misma he aprendido a describir lo que siento, lo que tú me haces sentir, tan sólo sé...que mientras sigas en mí, siempre tendrás mi "sí".