¿Qué son los cólicos del lactante?
Son episodios de llanto prolongado, a veces inconsolable, que se repiten casi a diario sobre todo por las tardes y noches. Se presenta en niños sanos con pocos meses de vida. No es una enfermedad.
La definición más extendida de los cólicos del lactante los describe como episodios de llanto intenso y vigoroso al menos 3 horas al día, 3 días a la semana durante al menos tres semanas en un bebé sano y bien alimentado.
Generalmente se desconoce qué provoca los cólicos. Solo en un 5% de los casos existe una causa orgánica demostrable. Los estudios realizados hasta la fecha no han encontrado ninguna evidencia que apoye la hipótesis de que los cólicos sean causados por la ansiedad de los padres o un temperamento difícil del niño, pero los padres de bebés con cólicos suelen acabar desarrollando ansiedad y estrés como consecuencia.
Podría tratarse de una inmadurez del sistema digestivo, que se manifiesta con molestias y dolores en el abdomen. El hecho de que en la mayoría de los bebés los cólicos desaparecen entre los tres y los cuatro meses de edad parece corroborar esta hipótesis
La máxima incidencia se encuentra hacia las 6 semanas de vida. Se considera más frecuente en el primer hijo y en hijos de fumadores. No se han encontrado diferencias en cuanto al sexo del bebé, el tipo de alimentación (lactancia materna o artificial) o el nivel socioeconómico familiar
¿CÓMO SE MANIFIESTAN?
Las crisis de llanto son descritas como ataques abruptos, de gran intensidad, que aparecen al final del día. Los bebés adoptan una posición característica, flexionando los muslos sobre el abdomen, apretando los puños, con la cara enrojecida y el abdomen tenso. Estos episodios pueden durar minutos u horas. En los períodos entre las crisis están completamente asintomáticos y sonrientes, y durante su seguimiento los afectados comen y suben de peso normalmente.
En el caso de que el bebé ganara poco peso o si la temperatura rectal fuera superior a 38° C, podría haber un trastorno gastrointestinal, un trastorno del sistema nervioso o una infección, por lo que podría ser necesario realizar pruebas diagnósticas complementarias. Pero si está aumentando correctamente de peso y el examen físico es normal, generalmente no es necesaria ninguna prueba diagnóstica
¿QUÉ DEBE HACER EN CASA?
Es fundamental mantener la calma ya que, como hemos explicado, se trata de un proceso benigno y pasajero. Acuda a consolarle e intente saber por qué llora: hambre, sed, cambio de pañal, calor, frío. Procure que el ambiente sea tranquilo y relajado para no transmitir ansiedad al niño. Pueden ser útiles los masajes en el abdomen, los paseos en carrito o en coche o la música suave.
¿CUÁNDO DEBE CONSULTAR EN UN SERVICIO DE URGENCIAS?
Si el llanto del niño se acompaña de palidez, sudoración, decaimiento intenso o rechazo de las tomas o si presenta fiebre, vomita o hace deposiciones con sangre.
CUESTIONES IMPORTANTES
Es normal que los niños sanos lloren durante dos horas o más al día, aunque no tengan cólicos. No le administre ningún medicamento ni cambie de leche sin consultar con el pediatra. En la actualidad, no existe ningún tratamiento con efectividad probada.
Hay que tener en cuenta que pese a los trastornos y preocupaciones que generan estos cólicos, se acaban resolviendo por sí solos hacia los tres o cuatro meses de edad, sin afectar al crecimiento y al desarrollo del bebé. Los problemas más importantes que pueden surgir son los debidos a la desestabilización familiar cuando la familia no se adapta adecuadamente, con riesgo de conflictos de pareja o maltrato infantil secundario, casos poco frecuentes, afortunadamente.