Más que palabras
Recogiendo los momentos que no quiero guardar como recuerdos, que vuelco en el vacío que con los años me dejaste; no es grande el equipaje si cuanto tenía lo empeñé por ti, por este amor que no sabemos si murió por la costumbre o por la poca leña que echaste en nuestra lumbre.
Busco en tu rostro un motivo para quedarme, pero sólo encuentro el cansancio de una sonrisa dormida, de unos besos que se ahogaron en nuestros baños al sol, de esa mirada que desapareció el día que, por primera vez, nos reprochamos todo aquello que sentimos perder.
Un giro para ver lo que lo que dejo atrás y no hay un rincón de esta casa que pueda llamarse hogar, que contenga las carcajadas que no sabíamos frenar, que me diga que en sus paredes queda algo por lo que merezca la pena luchar.
Sólo pienso en dar el paso que no te atreves a marcar; sólo quiero abrirnos las puertas de eso a lo que algunos llaman "libertad". Encontré la llave escondida entre las sábanas que tantas noches fueron testigo de nuestra pasión, esas que ahora sólo sirven para dar calor al frío del que llenemos nuestra habitación.
Dicen que quien emprende el camino es el que tiene más posibilidades de no perderse en lo vivido, de olvidar más rápido lo que al evocar parte el corazón en mil pedazos; lo dicen los que jamás tuvieron el valor para intentarlo, aquellos que se conforman con la culpa del que vuela, con las sobras de amores sin alma, con la rutina en vez de cambiarla, con las excusas que sólo los cobardes se atreven a valorar.
No importa lo que creas y lo que digas, las mentiras que conviertas en tus verdades; no me importan tus lágrimas si no mojan, tus disculpas si no crees errar, ni tus razones si no tienes intención de evolucionar. Las palabras sólo duran el tiempo que tardamos en decirlas; por eso calla lo que no puedes hacer eterno, guarda esos renglones para el libro de tus anhelos, para el cuento sin hadas que inventaste, para quien desee una relación de capítulos sin terminar; pero no para mí, que tan sólo me basta con amar.
Y hoy, que el tiempo que borraste sigue latente entre tus miedos, no quieras encontrar en mis escritos una parte de tus latidos, no quieras ser la razón de mis musas, las teclas que acaricio o las muecas que dibujo entre los pensamientos que me invaden. Hoy, sólo eres el lector de tus propios errores, el reflejo de lo que intento pintar sin colores, de lo que pretendo llenar de señales; hoy, soy yo los hilos de un Universo que se cansó de verte fracasar, que decidió darte la mano para avanzar...que escribió estas letras para que, un día, seas tú quien las puedas valorar...