(I). Amar queriendo, queriendo amar
Cuantas veces revolotea eso que llamamos amor, alrededor de nuestras vidas. Algunas veces ocurre hasta que desarrolla y se materializa en forma de afecto, entre dos personas, manteniendo un sacrificio tal que los hace dignos de vivir tal experiencia, que todo su alrededor sentimos una envidia sana, de no poder tener esa suerte que han cultivado durante años.
Cuando me refiero a este tipo de parejas, no les hablo de las que fingen ser todo perfecto, pero en la intimidad, todo es caos y miseria. Donde existe por lo general alguien que se calla y sumiso o sumisa que traga lo indecible con tal de no estar solos. Yo les hablo del amor verdadero, de estas bonitas parejas que triunfan y existen porque les acompaña una serie de valores a ambos, que hacen que llegue a buen puerto. Pero yo no vengo a hablaros de este amor, vengo a hablaros de otro tipo de amores de los que fracasan. No vengo a traeros la fórmula mágica para encontrar el amor, qué más quisiera yo, si posiblemente sea quien menos sepa sobre este campo y el que más ha fracasado a lo largo de la historia, puede que sea el Messi de los fracasos amorosos. Y por qué entonces, escribir sobre este tema. Quizás sea, porque he experimentado tantas veces, en amigos, en compañeros, familiares, incluso en mí mismo, tantos tipos de resultados con un mismo fin, el fracaso. Es un tema tan maravilloso de explorar y de conocer, para ver si se saca una conclusión sobre todo esto, pero vamos a sumergirnos en lo que para mí es los dos tipos de fracasos fundamentales.
Queriendo amar, sería para mi esas personas que se enamoran por cuestiones impredecibles, y que el cerebro genera las sustancias necesarias, (perdonen que no sepan exactamente cuáles son) como dopamina, adrenalina, etc. Esto hace sentirnos bien y creemos y vemos a la otra persona como la ideal para querer compartir con ella, el resto de nuestras vidas. El problema que yo encuentro en este tipo de casos, es que tu si quieres amar y darlo todo por esa persona, por una causa insospechada, porque tú lo ves realmente guapo o guapa y tus amigas o amigos no, lo ves una persona encantadora, casi perfecta e ideal, sin pararnos a pensar que no eres tú al cien por cien quien está hablando sino una parte del cerebro que está activada y la que por ese estado químico te hace darlo todo, esto varía según la edad que tengamos e intentamos poner freno, ser más exigentes o precavidos o todo lo contrario darlo todo sin importar las consecuencias que pueda traer, que bonito es el amor
¡ehhh!, siempre y cuando la otra persona no se decante y diga hasta luego Lucas, o yo no siento lo mismo, o solo le gustes como amigo o amiga o simplemente no seas su tipo, entonces todo se derrumba y nos creamos un duelo y un dolor real, pero basado en algo que ni siquiera conocemos, claro, esto dicho desde fuera es muy fácil, el problema es cuando te ha picado el bichito del amor y no eres correspondido, bueno al fin al cabo esto siempre se supera y se olvida fácilmente, si uno es maduro y de mente fuerte (que no es ser frío). En realidad, esto que solemos llamar amor a primera vista, estar enamorados etc. etc. Pero que ocurre después de esta fase, los encantos van desapareciendo, el pedestal se convierte en escalón, y los encantos se transforman en realidad. Para mí es ahora cuando debemos empezar a amar, cuando ves a la persona de tú a tú, sin adrenalina, dopamina, ni nada del cerebro, sin drogas amorosas, sin nada y comenzará a verse la realidad, sacrificio real por la persona, la cantidad de defectos acompañados de virtudes que te gustan y que no te gustan de esa persona y que intentarás adaptar a tu forma de ser, desde los valores más importante que nos caracteriza a los seres humanos dentro de la pareja amor, tolerancia, respeto, escuchar, empatía, solidaridad, sacrificio, bondad, etc. Etc. Con esto no quiero decir que la primera fase sobra, esa fase no es siquiera controlable, no se puede augurar y es inevitable que ocurra, lo que yo digo es que en la segunda fase que es cuando no hay efectos del cerebro porque eso tarde o temprano desaparece, el egoísmo que nos caracteriza a los seres humanos, la inmadurez, la irresponsabilidad es la que nos hace fracasar, ya sea en una dirección u otra…..
(Continuará)
[…] buenas, tras ver los dos anteriores capítulos sobre el amor, (enlaces capitulo I, capitulo II) desde una perspectiva como de “psicología callejera”, por llamarlo de algún […]