Las chumberas de La Isla, en riesgo de desaparición por la 'cochinilla del carmín'
El higo chumbo puede ser un manjar que aumente su precio o desaparezca. San Fernando ha ido perdiendo con los años las chumberas. Desaparecieron todas las que daban al hoy Fadricas II junto a la vía del tren. Muchas en la zona de la Casería, y ahora las que quedan en la Casería y en la zona de Camposoto, en su gran mayoría, están afectadas por la Dactylopius Opuntiae y Dactylopius Coccus, popularmente conocida como «cochinilla del carmín», que es la responsable de la enfermedad de las chumberas o tunas.
Esta cochinilla es un parásito que se alimenta de la savia de la chumbera dejando en sus pencas una evidente masa blanca algodonosa que si se aprieta desprende un líquido rojizo que proviene de las hembras que moran en su interior. La planta termina por debilitarse hasta la desecación de sus palas o pencas.
En el caso de que las plantas estén demasiado afectadas ocupando masas de chumberas debe aplicarse por una persona certificada un tratamiento fitosanitario. En este caso los chumbos no serán aptos para el consumo. En los últimos años grandes extensiones de chumberas y otras cactáceas están siendo afectadas por estas dos especies de parásitos afectando a las provincias de Murcia, Almería, Granada, Cádiz y Málaga.
Las plagas incontroladas que aparecen en chumberas que eran utilizadas para delimitar fincas, necesitan de una acción urgente por parte de los propietarios de los terrenos, para que no continúe la expansión de esta chochinilla del carmín, conocida popularmente así, porque de ella se extrae un carmín natural usado principalmente en cosméticos (E-120), aunque también se ha usado en alimentos. Una vez que dejó de ser rentable la extracción de este pigmento, se ha abandonado su control y ha causado plagas incontroladas que pueden acabar con el higo chumbo.
Pero los daños son más. Vecinos de chumberas infectadas por esta cochinilla en zona de la Milagrosa, de la carretera de del Buen Pastor o de la Casería, sufren la presencia de estas cochinillas del carmín, por la cercanía con las casas.
Atraídos por la luz de farolas se aproximan a las casas y obligan a sus propietarios a cerrar ventanas y puertas aunque no cuenten con refrigeración adicional.
La solución para las tunas bien infectadas es cortarlas de raiz y enterrarlas. Si las palas no están muy infectadas, se puede acabar con esta plaga es usando agua a presión con detergente o jabón potásico e incluso frotar las palas con un cepillo de barrer impregnado en este jabón.
Las chumberas pueden tener los días contados en San Fernando, al igual que muchas palmeras desaparecieron tras la última plaga del escarabajo o picudo rojo.