Alternativa a la financiación bancaria: Crowdfunding o micromecenazgo
Poca gente sabe que el crowdfunding, (como lo conoce la mayoría) o micromecenazgo es un fenómeno que surgió como opción para financiar obras de caridad en un momento en que eso que hoy conocemos como Estado del Bienestar no existía.
Hoy en día, el crowdfunding es un sistema de financiación colectiva por el que una gran masa de público apoya con pequeñas aportaciones de capital la puesta en marcha de un proyecto, sea del tipo que sea. Aunque las recaudaciones colectivas son una práctica que se ha manifestado a lo largo de la historia, el desarrollo de las tecnologías permite establecer este método de financiación como un fenómeno rutinario, que se aleja del carácter excepcional y de urgencia de la financiación colectiva conocida hasta ahora.
En el crowdfunding nos encontramos con: confinanciados (personas que necesitan el dinero) y cofinanciadores (personas dispuestas a prestar /donar el dinero).
Los que apoyan el proyecto con sus aportaciones (cofinanciadores), a cambio de su participación en el proyecto, reciben recompensas no monetarias que pueden ser desde agradecimientos personalizados en la web del creador, pasando por la precompra de productos o servicios a un precio mucho inferior antes de lanzarlos al mercado, incluso la posibilidad de optar a puestos de trabajo; hay muchas formas de compensar al cofinanciador.
Así, el crowdfunding, no es sólo un sistema para levantar capital, también sirve como campaña de marketing de la empresa y una manera de validar en el mercado la calidad del proyecto. Esta fórmula está siendo cada vez más utilizada en nuestro país, por gente anónima que tiene un proyecto y quiere financiarlo con aportaciones privadas.
Hay distintos tipos de micromecenazgos:
- Micromecenazgo empresarial: Se busca financiación para una idea de negocio o empresa.
- Micromecenazgo solidario: Se pretende recaudar financiación para una causa benéfica. (ONGs, asociaciones, protectoras de animales...)
- Micromecenazgo musical: Creado por grupos o artistas para financiar discos, videoclips...
- Micromecenazgo personal: Ocurre cuando un grupo de personas financian gastos compartidos (Regalos en grupo, viajes, fiestas...)
De generalizarse aún más el uso del crowfunding puede convertirse en una auténtica alternativa a las entidades bancarias.
Mención aparte y cautela en cuanto a la forma en que redundaría en España el crowdfunding a nivel impositivo. Dado que al tratarse de microdonaciones de una multitud de personas ello puede implicar connotaciones importantes de cara al fisco.