El monumento, como era hace unos años (L. Montañés) y después de su restauración (Paco Busto).

Solo falta la reposición de la imagen que lo coronó hasta convertirse en blanco del vandalismo.

Quienes han tenido la oportunidad de darse una vuelta por uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, el de La Casería, habrán observado cierto 'cambio de imagen' en el corazón de la misma: la Plaza de San Juan que complementa como lugar de esparcimiento la sencilla aunque elegante Iglesia de la Inmaculada Concepción levantada a finales del siglo XIX.

El cambio afecta concretamente -y para bien- al monumento que existente donde antaño estuvo la fuente pública de la barriada. El mismo, coronado por la imagen en barro del titular de la plaza, San Juan Bautista, contaba con una planta exagonal alicatada con azulejos y una artística reja rodeando todo el perímetro. Estos elementos fueron desapareciendo con el paso del tiempo para terminar con la escultura, que según explicó a este medio una vecina de La Casería, María Pérez Torralvo, estalló durante la noche de su festividad, hace ya varios años, a causa de los petardos que jóvenes desconocidos en el barrio introdujeron en su interior.

Ejemplo del deterioro sufrido durante los últimos años (L. Montañés).

Era un compromiso del gobierno municipal la reposición de este monumento y, en general, con esta zona cuyos habitantes consideran históricamente abandonada respecto al centro. Por eso, hace unas semanas, se cubrió con lonas lo que quedaba del mismo a objeto de darle un nuevo aspecto, más moderno y que sin embargo conserva los retablos cerámicos dedicados a San Fernando, a los pescadores y hortelanos que siempre dieron vida al barrio.

Solo falta la imagen de San Juan, posiblemente en proyecto.