Capacidades físicas:capitulo 2 fuerza y resistencia muscular
Cuando escuchamos la palabra fuerza, nos hacemos la rápida imagen mental de una sala llena de barras, discos, mancuernas y hombres de unas dimensiones corporales tremendas haciendo alarde de su condición física.
Eso es un tópico, pero nada más lejos de la realidad, si analizamos y estudiamos la fuerza, nos vemos obligados a comprender que es una capacidad presente en todos los individuos en mayor o menor medida con sus lógicas diferencias según sexo, edad, etc. La fuerza es una condición física que va ligada al ser vivo desde que nace, y va desarrollándose con su evolución.
Tanto la persona sedentaria como el deportista poseen fuerza, y es tan necesaria para el uno como para el otro. Ejemplificando este punto, llegamos a la conclusión que una persona sedentaria necesita la fuerza para el mantenimiento correcto y saludable de la postura corporal, evitando pues, cualquier problema anatómico como la escoliosis (desviaciones laterales de la columna vertebral), y un deportista la necesita, aparte de para lo anterior, para potenciar su capacidad física general y las destrezas y habilidades específicas del deporte que practique.
La capacidad de la fuerza es la única denominada “pura”, porque se dice que todas las demás son influenciadas en mayor o menor medida por ésta. Se dice que la velocidad son aplicaciones de fuerza puntuales de forma explosiva, también hace falta dosis de fuerza para tener mayor resistencia y del mismo modo, ésta se verá mejorada y potenciada gracias a la fuerza, y en lo concerniente a la flexibilidad, también es influenciada por la fuerza, sobre todo en situaciones de flexibilidad dinámicas, donde existan ejercicios con un amplio ángulo de movimiento.
La fuerza muscular ha sido definida por muchos autores desde distintos puntos de vista, y gracias a ellos, podemos hacer una gran definición de esta capacidad donde hemos considerado una visión fisiológica y otra física: La fuerza es una capacidad de nuestras estructuras musculares, donde gracias a sus poderes plásticos de contracción, somos capaces de vencer una resistencia externa.
Hay que tener en cuenta que para una persona venza una resistencia externa, tiene que poner en acción una serie de mecanismos que desembocan en una serie de contracciones musculares, influenciadas por dos tipos de factores, como son los internos o endógenos y los externos o exógenos:
- FACTORES ENDÓGENOS: neuromusculares, fisiológicos, morfológicos y motivacionales.
- FACTORES EXÓGENOS: naturaleza y magnitud de la resistencia a vencer, la velocidad y el ángulo del movimiento y la musculatura que desarrolla la fuerza.
La fuerza posee infinidad de clasificaciones, donde se tienen en cuenta muchos parámetros (velocidad de contracción, duración y repeticiones de contracción, elongación de la musculatura, etc), donde se van entrelazando para los distintos tipos de clasificaciones. Para no sobrecargarnos de teoría que nos puede llevar a la confusión, hemos recogido los más importantes tipos de fuerza en tres:
- FUERZA MÁXIMA: aquí alcanzamos la mayor fuerza posible, realizándose esta capacidad tanto de manera dinámica como estática.
- FUERZA EXPLOSIVA: esta es la capacidad de producir fuerza en el menor tiempo posible. Va muy vinculada a la rapidez de contracción muscular, y cuando un deportista posee mucha fuerza de este tipo, se dice que es un deportista potente. Puede ser el caso de un velocista.
- FUERZA RESISTENCIA: esta capacidad se caracteriza por mantener la contracción muscular durante un tiempo prolongado o realizar un número elevado de repeticiones. Como es el caso, por ejemplo, de un ciclista donde la contracción de la musculatura de su tren inferior se tiene que mantener un largo espacio de tiempo.
La característica básica en la capacidad de fuerza son las contracciones musculares y éstas pueden ser de varios tipos. Es muy importante que conozcamos los tipos de contracciones musculares y cuándo se van a producir. De estos tipos de contracciones musculares es de donde se sacan los diferentes modos de trabajar esta capacidad y nos ayudan a la planificación de su entrenamiento.
TIPOS DE CONTRACCIÓN MUSCULAR
Los tipos de contracción muscular más importantes son los siguientes:
- ISOMÉTRICA: este tipo se da cuando existe contracción de los componentes internos del músculo pero no existe movimiento alguno de la resistencia a vencer ni acortamiento ni estiramiento del músculo. Por ejemplo, cuando intentamos sacar la barra de sentadillas de los soportes, pero el peso es tan grande que por mucho que contraigamos los cuádriceps y toda la musculatura empleada en ese movimiento, no se desplaza la barra hacia arriba, ni existe movimiento alguno en los músculos que actúan, aunque si existe una potente contracción.
- ISOTÓNICA o ANISOMÉTRICA: en este caso, existe una contracción muscular acompañada de un movimiento en las estructuras musculares y un desplazamiento de la resistencia externa a vencer. A su vez, este tipo de contracción se puede dividir en dos:
CONCÉNTRICA: es cuando la contracción del músculo conlleva un acortamiento del mismo. También se le llama trabajo positivo. Por ejemplo en un curl con barra de bíceps, la barra en su movimiento hacia arriba provoca una contracción del bíceps y un acortamiento del mismo.
EXCÉNTRICA: es cuando, al contrario que antes, la contracción del músculo va paralela a un alargamiento de la longitud del mismo. Llamado también trabajo negativo. Por ejemplo cuando en el mismo curl de bíceps con barra intentamos que la barra no baje de su posición superior, pero el peso es tan elevado o bien porque el músculo está fatigado, es provocada una gran contracción del bíceps pero la barra baja poco a poco, paralelamente a un alargamiento del músculo indicado.
Es de vital importancia que trabajemos nuestra capacidad de fuerza y la mantengamos en unos índices aceptables toda la vida. Sin ella no podríamos vivir, ya que, gracias a la fuerza podemos ejercer nuestra principal característica como seres humanos, que es la capacidad de locomoción. Tenemos que cuidar y mimar nuestros músculos para potenciar su funcionalidad porque sin ellos en su plenitud de capacidad, desvirtuaríamos su función de ser el componente activo de la anteriormente citada locomoción.