La Capilla de la Vera Cruz reabrirá por fin sus puertas el próximo 14 de septiembre
Ha sido director espiritual de la hermandad crucera, Rafael Pinto Vega, el principal impulsor a la hora de rematar la obra.
Son muchos los años de investigación, análisis formal y labores de restauración por parte de profesionales, pero más de aun de deudas, paralizaciones y problemas jurídicos los que han marcado los últimos tiempos de esta capilla desde su clausura en 2010.
Pero esta joya artística considerada entre los pocos ejemplos de arquitectura neoclásica popular de la Bahía comienza a ver luz al final del túnel. Y es que aunque la hermandad -declarada insolvente- ya no es propietaria del edificio, el Obispado, asesorado por Rafael Pinto, se ha hecho cargo de los últimos detalles para que pueda ser finalmente reabierta al público. Según explica el hermano mayor de la Vera Cruz, Mariano Domínguez, "solo quedaba pendiente la instalación de megafonía y electricidad, así como la solería". Esta última, al contrario de lo que preveía la escuela taller que se hizo cargo de la restauración dirigida por la dra. Muñoz Rey no recuperará las espigas de barro sino que se repondrá en mármol.
Ha sido la propia Delegación Episcopal para el Patrimonio Cultural de la Iglesia quienes asesoraron sobre estos aspectos en colaboración con la propia cofradía, desde donde hacen -y siguen haciendo- lo posible para recaudar fondos con los que saldar sus deudas como celebraciones, verbenas o campañas de donativos.
No se prevé sin embargo ningún tipo de acto o ceremonia especial que sirva para divulgar el valor de la capilla una vez abierta, pero sí se está hablando en cambio sobre los preparativos para la procesión de regreso. Téngase en cuenta que el calvario compuesto por el Cristo de la Vera Cruz, la Virgen del Mayor Dolor y San Juan han permanecido durante todos estos años entronizado en un altar efímero de la Parroquia del Santo Cristo, por lo que sus hermanos ansían verlos de nuevo presidiendo el retablo mayor de su 'casa'.
Continúa siendo prioritaria, eso sí, la restauración del Cristo titular, que en general presentas un mal estado de conservación y -como ya anunció en su momento la corporación- "será encomendada a un profesional en la materia como es el isleño Pedro Manzano, residente en Sevilla". Las condiciones de la Virgen tampoco son óptimas en cuanto al estado de la mascarilla y la policromía de las manos, pero sí menos urgentes. Desde la hermandad, incapaz de hacerse cargo de este proyecto, recuerdan que están abiertos a que cualquier hermano o devoto colabore en lo que esperan sea una pronta realidad.