Tres Caídas, a punto de entrar en Carrera Oficial.

El día con más cofradías en la calle se desarrolló con total normalidad.

Y la primera en mecerse por las calles de su barrio fue la más joven de todas las hermandades, la de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas y la Virgen de las Angustias, que añoró a su hijo desde el momento en que partió a una hora temprana -las 14:00- para pasar a tiempo por Carrera Oficial, mostrando nuevos detalles del canasto con los que a buen seguro disfrutaron los amantes del arte. Desde hace varios años ha arrebatado el puesto a la que durante mucho tiempo fue la encargada de inaugurar el Jueves Santo, la cofradía del Perdón y, al contrario de lo que estaba previsto, no ha podido engrandecerse con una saeta bailada por parte de la artista Pepa Peña, frente a la Venta de Vargas, por decisión expresa del Obispado. Los presentes sí han disfrutado en cambio de las voces del Niño del Parque, Luis Monje, Jesús Moreno y Ángela Dionisio.

El Perdón, por su parte, iniciaba su salida desde la iglesia de la Inmaculada Concepción, a las 16:00 horas. Dejaba atrás una vez más a la Virgen de la Paz que, si embargo, tardará poco más en acompañar al titular por las calles de La Isla. Como marco, un barrio hortelano y marinero, con saeta incluida nada más cruzar el umbral y todos sus vecinos esperándolo con los brazos abiertos junto a la portada lateral por la que nace la procesión.

El tercer barrio en florecer fue el de La Pastora, con Ntro. Padre Jesús de la Misericordia -antiguo Nazareno advocado 'de las Lágrmas'- y María Stma. de la Piedad, imagen de gran devoción tallada hace más de cuarenta años por el escultor sevillano Luis Álvarez Duarte, y que cada año realiza estación de penitencia bajo el que quizá sea el palio más rico en lo que a bordados respecta. Uno de los momentos mágicos del recorrido fue sin duda la estación de penitencia en la Iglesia Mayor Parroquial donde "el Señor saludó al otro Señor" tal como le explicaba una madre a su hijo desde un punto estratégico de la Plaza de la Iglesia.

También San Francisco despertó entre sus feligreses, horas más tarde, para recibir al Santísimo Cristo de la Expiración junto a su madre de la Esperanza, esta última al son de Soledad Franciscana. La música de capilla del primero y las marchas fúnebres de la Virgen lucieron especialmente por la Alameda Moreno de Guerra, en el último tramo de su itinerario. Justo cuando las masas se despejaron para repartirse a lo largo de la calle Real y, muy especialmente, en la Plaza de la Iglesia.

Faltaba poco para recibir al Regidor Perpetuo de San Fernando. La imagen que más fervores arrastra de la ciudad se encuentra desde las 2:00 horas de esta mañana protagonizando su anual cortejo por las calles más emblemáticas del casco isleño, a través de las cuales, tanto él como la Virgen de los Dolores, continuarán recibiendo el calor, los piropos y las saetas de multitud de devotos que sacrificarán horas de sueño para acompañarlos.