Amar el balón
Todos los técnicos que hoy en día trabajan en el fútbol formativo de algún Club tienen la misma meta, pero eligen rutas distintas. Es importante que sepan que antes de ponerte en ruta, tienes que conocer el camino. Además si deseamos triunfar en el fútbol, debemos abrirnos nuevos caminos, en vez de recorrer siempre las mismas rutas de los éxitos ajenos.
Saber planificar la formación de jóvenes futbolistas es como preparar un viaje. Es aconsejable tener un mapa (programa) a disposición para así evitar perderse y derrochar innecesariamente tiempo y energía.
Alcanzar o crear un complicado equilibrio entre las exigencias que pide la competición en sus diferentes fases y las capacidades que tiene el niño en una determinada etapa de su evolución, es la primera clave para alcanzar el éxito a largo plazo. Hace falta adaptar el juego y las directrices de trabajo al niño y no obligar al joven futbolista a adaptarse al juego y a sus exigencias como si fuesen adultos.
Posiblemente, el mayor problema de la formación de jóvenes futbolistas consiste en que muchos entrenadores conocen bien la materia a enseñar, pero no conocen como hacerla llegar a los niños para su transmisión correcta. Ese aspecto es fundamental para la elección de un buen formador para el fútbol formativo. Por ello decimos que los mejores entrenadores deben colocarse en las etapas de iniciación, ya que es fundamental que la semilla a cultivar salga derecha y no crezca torcida. Ello provocará una futura y correcta asimilación de los conceptos a adquirir en sus etapas futuras de formación.
Desde la base escuchamos que lo importante no es si ganamos o perdemos, sino que disfrutemos en la forma que recorremos el camino hacia la derrota o la victoria. Ganar una copa menos en el fútbol base significa muchas veces ganar un extraordinario jugador más. Soy de la opinión que el técnico de fútbol base que gana casi todo no ha trabajado por el futuro de sus jóvenes jugadores, sino por su porvenir. Se debe entender que en el fútbol base no se deben recoger frutos, sino que se deben sembrar semillas. Por ello tengo una reflexión que recogí del Sr. Antonio Iriondo, el cual me dijo:
"Los buenos formadores son los que no instruyen o dictan nada a nadie, solo ayudan a descubrir y a pensar".
Por ello argumentamos que los entrenamientos y las competiciones de los niños y de los adultos deberían ser dos mundos diametralmente opuestos. Estructurar una sesión de entrenamiento para los más jóvenes es un ejercicio de responsabilidad y de conocimiento. Se debe saber en qué etapa de la formación estás. En mi opinión dentro del camino de aprendizaje de conceptos aparecen los siguientes campos de trabajo:
1-Habilidades sociales
2- Coordinación y psicomotricidad
3-Técnica
4-Conocimiento del juego
5-Competitividad
Todo lo anteriormente argumentado no sirve para nada sin tener claro que por encima de todo hay que "Amar el balón, considerarlo tu mejor amigo y tratarlo con cariño y sin violencia". Es un concepto básico para trasladar que las partes mas importantes de una buena formación son para mí tres áreas: las habilidades sociales, coordinación y psicomotricidad y sobre todo la TÉCNICA.
No existe en el campo de juego una mayor fuerza que la de la inteligencia y en la mayoría de los casos los jugadores inteligentes poseen una técnica notable. Hacen el juego impredecible porque piensan y crean en cada momento, no hay nada dictado. Poseen una dosis grande del conocimiento del juego y, por consiguiente, se convierten en jugadores competitivos.
En resumen ,todo ello hace que estamos viviendo con la Selección Española, el FC Barcelona y algún Club más. Es un momento futbolístico mundial que cambiará, gracias a Dios, los métodos de trabajo en el fútbol formativo de los diferentes Clubes del mundo.
Canito.