Un momento de la jornada.

Miembros de la logia 'Obreros de Hiram nº 24' resuelven en el Zaporito inquietudes sobre sus facetas histórica y actual.

No son partidos políticos. Tampoco una religión, ni una secta. 'Obreros de Hiram nº 24' es una logia masónica que desarrolla su actividad en la provincia de Cádiz. Debido a la amplia tradición entre historia y leyenda que existe en torno a estos movimientos en La Isla desde el siglo XIX, el grupo de Patrimonio La Isla se interesó por la posibilidad de organizar una conferencia para todos los ciudadanos interesados en la cuestión, que aunque afectada por los tópicos y la sinrazón, atrapa cada día a multitud de curiosos como pone de relieve el número de respuestas siempre que se plantea un debate a través de la red.

El problema es el desconocimiento, o como explicaba el propio Daniel Sánchez -encargado de introducir la jornada- las "falsedades y calumnias difundidas por gente mal informada". Por eso el primer conferenciante, José Luis Díaz-Llera, que ha acudido directo desde Almería, arrojó luz abordando los avatares históricos de la Masonería desde el ámbito general hasta lo más cercano. Díaz-Llera es licenciado en Historia por la Universidad de Almería y especialista en el tema pese a su juventud. Así lo ha demostrado gracias, en parte, a sus técnicas de buen orador, regalando a los presentes una charla amena e instructiva donde no faltaron guiños a la cultura pop con famosos actores de cine vinculados a alguna logia o fragmentos de series de televisión. Una personal forma de demostrar que lo tétrico no necesariamente debe ir ligado a esta 'forma de vida'.

Durante siglos, la masonería tuvo relación directa con la construcción de las grandes catedrales, a modo de gremios o escuelas. Con la culminación de las últimas entró en decadencia, aunque 'sobrevivió' gracias a la figura del 'masón aceptado', miembro honorario que más que en la piedra se centraba en el equilibrio moral de estos colectivos hasta entonces, pero que en adelante constituirá su eje vertebrador. En este contexto se crea en Londres, en 1717, la primera Gran Logia Masónica, de la que derivará prácticamente toda la masonería moderna empezando por los grupos de Madrid y Gribraltar. "Podemos decir que nuestro país es de los más antiguos en lo que respecta a esta tradición", reseñó el ponente, aunque "por mucho tiempo, no estuvo bien considerada".

Las logias se resintieron en España, fundamentalmente, con el régimen franquista. En esta época desaparecieron multitud de símbolos procedentes de lápidas, iglesias y escudos. A finales de los setenta, un nuevo 'sol naciente' amanecería para los masones hasta consolidar su organización con la creación de la Gran Logia de España, independiente y reconocida a nivel global con más de 150 grupos diseminados por todo el territorio. Uno de ellos es precisamente 'Obreros de Hiram', a la que pertenece el segundo de los ponentes que tomó la palabra en el Zaporito: Javier Ordóñez.

"Una sociedad donde hombres de cualquier raza, ideología o estrato social permanecen fieles a un sistema de conducta moral gracias al que aprenden a dominar vicios, tentaciones, odio y otros defectos inherentes a la naturaleza del ser humano". Así es como definió Ordóñez una filosofía que se fundamenta en tres principios fundamentales: "el amor fraternal, la ayuda y el consuelo, y la verdad".

Entre las cosas que más llamó sin duda la atención de los presentes destaca la cantidad de vestigios existentes en todo tipo de elementos artísticos como placas, capiteles de columnas u obras artísticas en lienzo. A este respecto salió a colación el famoso cuadro de Fran-co Xavier Riedmayer, 'Nuestra Señora del Refugio' perteneciente a la Santa Cueva de Cádiz o el propio escudo de la ciudad de San Fernando, que a juicio del conferenciante "contiene una serie de elementos que, sea cual fuere su objetivo, enlazan directamente con el tema en cuestión". Si bien poseen significados oficiales, elementos como las olas, el sol naciente o el ojo que todo lo ve, no dejan de representar juntos una coincidencia que revela la posible filosofía de su diseñador. No obstante y como recalcaron todos ellos desde el primer momento, "nada es cierto si no está avalado con documentación".