Jesús Rodríguez durante su intervención.

Jesús Rodríguez, de Podemos, rechaza un pacto con el PSOE porque "el problema no son las élites, sino las instituciones, inhabilitadas para el cambio". Plantea la necesidad de "constituir un <<sujeto de conjunto>> mediante un proceso constituyente iniciado desde abajo".

Pacto sí o pacto no. El debate político nacional se ha trasladado hoy a La Isla de la mano de Jesús Rodríguez, parlamentario andaluz de Podemos por la provincia de Cádiz, quien ha puesto sobre la mesa las dos posturas que se dan actualmente en el seno del partido.

Y es que a pesar de atribuir a los círculos la ruptura del bipartidismo, reconoce que "no con la suficiente fuerza como para dar el giro, de momento". De ahí la necesidad de entablar relaciones con otro de los grandes partidos y cuyo pacto de gobierno está sobre la mesa, el PSOE. "Aun no somos capaces de colarnos por las brechas de un sistema caduco para favorecer a los de abajo", sin embargo considera que "estamos haciendo sudar a los de arriba". Es el primer paso para el cambio que propone Podemos a favor de la mayoría social.

Explicó a los presentes que el problema fundamental parte de un sistema hegemónico. "Un conjunto de ideas aceptado por la mayoría y al que es difícil oponerse, que hemos asumido como normal aunque no lo sea", concretaba. Es donde entran, según Rodríguez, conceptos tan elementales como el de la monarquía parlamentaria, el nacionalismo o el sistema electoral, todo ello, "fruto de un régimen heredado de la transición y que ahora está siendo puesto en cuestión para lamento de quienes quieren seguir con <<lo de siempre>>".

El público, atento.

Reconoció que "a principios de los ochenta, el PSOE trajo consigo una serie de avances en materia de bienestar social", pero también un modelo de capitalismo popular -aunque suene contradictorio- que mientras funcionaba nadie se atrevía a cuestionar. "Las posteriores privatizaciones y burbuja inmobiliaria que vivimos con el PP no eran más que una consecuencia de estas bases planteadas con anterioridad". Las mismas que ahora, con la crisis, se han puesto en cuestión según considera Rodríguez.

Fruto de ello es que "las nuevas generaciones socialistas han roto con el partido" sumándose a las mareas y colectivos vecinales, entre otros, para configurar el germen de lo que hoy es Podemos, cuyo concepto de 'estabilidad' no concuerda con el de sus predecesores porque "esa estabilidad hace referencia a los de arriba y no se traduce luego en las masas populares", explica. El problema -concreta- es que "hasta ahora ha sido muy difícil convencerles de que no se conformen con los pequeños logros, con la ejecución de una carretera o una ayuda de doscientos euros".

Por eso plantea, ante posibles pactos, si "preferimos cambio de gobierno o, más bien, cambio de sistema". Si es así, tiene claro que "no podemos dejar que vuelva a gobernar el PP", pero también que "el Partido Socialista no puede dirigir un cambio en este país". El motivo, añade, es que "continuarán haciendo lo que siempre han hecho y además usándonos de colchón" por lo que no descarta la celebración de nuevas elecciones y, ante todo, fomentar el diálogo.

"Apoyaré su investidura si cumple una serie de requisitos básicos, pero nunca dejaré de ser fiel al electorado".