El mareógrafo, en una imagen de José Luis Barragán.

La transformación del mareógrafo en una capilla para la 'Galeona' es el primer paso de una iniciativa presentada en el Club de Oficiales de San Fernando por Mavy Grosso.

Solicitar la colaboración de los isleños dada su gran vinculación con la Marina. Era la intención de Mavy Grosso, miembro del Ateneo de Cádiz, cuando presentó ayer en el Club Naval de Oficiales un proyecto que busca resaltar la interculturalidad entre esta provincia y América a través de la devoción a la Virgen María.

Porque es precisamente esta figura la que centra su iniciativa. Concretamente la 'Galeona', una imagen de Nuestra Señora del Rosario apodada así por viajar sobre los buques de la Flota de Indias durante el siglo XVIII y que, tras quemarse durante la Guerra Civil, fue reemplazada por una réplica del escultor gaditano Juan Luis Vassallo. Ésta última pieza es la que viaja a bordo del Juan Sebastián Elcano cada año en su periplo anual alrededor del mundo.

Debido a su "espiritualidad, nobleza y armonía" es la intención de Grosso colocar una copia de esta imagen mariana en el mareógrafo existente en el malecón que une el Castillo de San Sebastián con la playa de La Caleta, en desuso desde los años ochenta. Tal iniciativa se remonta al año 1992 y presenta visos de materializarse gracias a una cuestación popular "de gaditanos, y ahora también de isleños" que permitirá costear una nueva 'Galeona'. El mareógrafo, habilitado como ermita, será el destino de la imagen y primera parada de lo que se presenta como segundo apartado del proyecto.

Es su intención en cada una de las garitas que se integran en la muralla de Cádiz desde la Plaza de la Hispanidad, se coloque también una Virgen patrona de alguno de los pueblos de América Latina, empezando por la de Guadalupe, "por simbolizar la evangelización de las tribus indígenas" y siguiendo con otras 14 hasta llegar a la última, la Virgen del Rosario. "Esto favorecerá un intercambio cultural ya que nuestra 'Galeona' se reproducirá y viajará a cada pueblo que se anime a enviarnos una copia de su patrona", ha explicado Grosso.

Afirma que su idea "no es ninguna locura", pues ya existió algo similar entre los siglos XVII y XVIII que le ha servido como fuente de inspiración. Se trata del famoso 'Viacrucis de Ponzanelli' que desde 1728 y hasta 1856 sacralizó el Campo del Sur mediante doce medallones de alabastro integrados en sus respectivas cruces. En este caso la temática será diferente, aunque muy relacionada con Cádiz, la tradición marítima y sus vínculos con América. Algo que "vendría a enriquecer el panorama turístico y cultural de la ciudad" y para lo que propone una fecha límite: el tricentenario del traslado de la Casa de la Contratación en 2017.