Publicado el: Sáb, 16 Ene, 2016
Opinión

(VIII.I). La Isla y las Hermandades del Martes Santo

Su altar de culto.

Su altar de culto.

… Antes de continuar… Recibid mi saludo después del anunciado descanso durante el periodo navideño y de la epifanía del Señor. Bienvenidos sean todos de nuevo a esta página en este  recién comenzado -Año de la Misericordia- que nos brinda la oportunidad de practicar algunas de sus obras como cristianos en general y como cofrades comprometidos en particular.

Dicho esto y siguiendo ya con el artículo anterior (de la hermandad de la Caridad) debo decir que tiene su altar de culto en su sede canónica de la Iglesia de San Francisco, entrando a la izquierda y al principio de la nave del Evangelio. Altar que fue realizado por el escultor isleño, Juan Carlos García Díaz.

Y que la hermandad posee el privilegio de disponer de su casa de hermandad en la planta alta del piso al lado justo de la Iglesia, en cuya fachada figura un retablo cerámico realizado por otro isleño, el escultor e imaginero, Alfonso Berraquero García.

Un detalle muy significativo de esta hermandad digno de reseñar de lo que supuso de novedad en la Isla, fue que sus primeras salidas procesionales, los cirios que portaban sus penitentes lo hacían con luz eléctrica; siguiendo la costumbre y la técnica de las procesiones cartageneras de aquella época.

El sistema consistía en una complicada ejecución de tomar la luz del alumbrado de los sectores públicos por donde pasaba la procesión y trasladarlas a los citados cirios, que iban encadenados en series por un cordón eléctrico conductor de la electricidad. El experimento duró poco y pronto se recurrió a los cirios con depósitos de petróleo o gasolina a la antigua y tradicional usanza en la Isla, que más tarde se convirtieron en los actuales de cera.

Fila de penitentes con los supuestos cirios de luz.

Fila de penitentes con los supuestos cirios de luz.

El tiempo transcurrió, las juntas se renovaron y la hermandad   conservando su base fundacional, fue tomando visos de una hermandad más romántica y cercana a nuestras costumbres. Y hoy cuenta con una buena nómina de hermanos, de los cuales,  casi novecientos acompañan devota y penitencialmente a sus amantísimos titulares en su vistosa salida procesional.

Y goza de una gran devoción sobre todo de regreso cuando pasa por su barrio, especialmente por las -siete revueltas- donde es recibida y colmada de vítores y piropos, saetas y requiebros.  Así como muy arropada de sus fieles y seguidores, que les acompañan en su espectacular subida por la calle Comedias hasta su recogida.

Son muchos los hermanos, colaboradores, bienhechores, fieles, devotos y hermanos mayores, que desde su fundación y próxima ya a cumplir los 75 años,  o lo que es lo mismo -las bodas de brillantes- ha tenido  eficaz y permanentemente esta Venerable Hermandad.

Enrique Quijano Cantaloba.

Enrique Quijano Cantaloba.

Sin embargo cabe destacar, cómo no, al extinto y cariñosamente recordado, Enrique Quijano Cantaloba, hermano mayor, que en una etapa muy crítica,  crucial y de despegue,  no sólo  supo conducirla hábil  y generosamente, sino de sembrar  la semilla de cuya  fuente siguen bebiendo sus hermanos continuadores.

Y al que se le dedicó desde estas mismas páginas un artículo con motivo de su fallecimiento, donde se hacía  un recorrido pormenorizado  de su gestión cofrade al frente de la hermandad de sus amores, reconociéndole su eficiente gestión.

Artículo que tuvo un amplio y sorprendente eco de adhesión en cuanto a su respuesta qué, significó el reconocimiento justo y la gratitud de lo que de él en aquella ocasión se dijo, como lo que ahora añadimos. Todo lo cual, figura gratamente en nuestra memoria y en los anales de esta hermandad.

Antonio González Cabrerizo.

Antonio González Cabrerizo.

Tampoco se puede eludir a otro de sus hermanos mayores como fue, Antonio González Cabrerizo, pregonero de la Semana Santa de San Fernando de 2002. Ni a Juan Rodríguez Añino con el coincidí como hermano mayor. Y a Domingo Azogue Guerrero, por cuanto también aportaron de bueno a esta tan querida y venerada hermandad.

En la actualidad -la hermandad- ha remozado sus túnicas introduciendo en ella el raso. Y en su cortejo procesional se ha añadido elementos e impronta que la convierte en una de las más señera y particularmente amada por todos sus hermanos y en general por los ciudadanos de esta Isla tan cofrade.

Y desde aquí, sin olvidarnos de la gran labor social y caritativa que realiza, le deseamos también los mayores éxitos futuros. Sin descuidar en la medida de sus posibilidades, la continuidad del magnífico Paso que tiene construyéndose  por fases en los talleres sevillanos de orfebrería de los Hermanos Delgado.

Paso que cuando esté finalizado, por su impacto, su altura y su belleza, se va a convertir en uno de los más significativos de nuestra Semana Santa.

El nuevo Paso.

El nuevo Paso.

Paso que en sus amplias caídas de terciopelo negro, lleva impresas las manos primorosas de otro artista isleño, el ya consumado como gran bordador -José Muñoz Moreno- que con sus bordados en hilo de plata de ley, bajo el diseño de Juan Pérez Bey, dejan plasmados suficientemente su arte y su valía con el rasgo, la dualidad y el sabor de una doble identidad cañaílla.

A ‘Joselito’ como cariñosamente le llamo, lo conozco desde hace años por ser el vestidor de las imágenes titulares de mi hermandad. Y no en vano, ha sido merecedor de la encomienda efectuada por la hermandad sevillana y trianera de La Estrella (más conocida popularmente por La Valiente) para que sea él precisamente, el bordador de su nuevo manto de camarín para su Virgen, realizado en hilo de oro sobre terciopelo azul, que ha sido ya estrenado el pasado mes de octubre con motivo de su décimo sexto aniversario de su coronación canónica.

Y en este sentido no podemos olvidarnos tampoco, que si nuestra Semana Santa, está declarada de interés turístico nacional de Andalucía, será justo reconocer que se debe a las aportaciones que hacen no sólo todas y cada una de nuestras hermandades y cofradías, sino también los artistas isleños, los músicos,  cargadores y cuántos intervienen para que la Semana Mayor, así sea considerada. Y de paso aplaudir, el calor y el respaldo que le presta  la mayor parte de la ciudadanía isleña; actitud que naturalmente hay que considerar y agradecer.

El primor de unas manos bordadoras.

El primor de unas manos bordadoras.

Por eso, cabe distinguir también de manera muy especial, porque viene al caso, el disfrute que nos supondrá  contemplar en el futuro -la joya artística y pasional- en la que se convertirá el Paso de ésta singular hermandad una vez finalizado;  incrementando así su patrimonio y el interés que dicho -hecho- despertará cuando suceda.

¡Así que ánimo por tanto y adelante! ¡Gracias y enhorabuena por ello hermanos, cofrades y bienhechores de la Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía de Penitencia de Nuestra Madre y Señora la Santísima Virgen de la Caridad y Santísimo Cristo de la Salvación en el Misterio de su Sagrada Mortaja!

Sobre el autor

- Profesor, articulista y cofrade.

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