Puerta principal de la parroquia de la Pastora.

La hermandad del Huerto es la primera que pasa por la Carrera Oficial el Martes Santo y la más antigua de las hermandades de penitencias de la Pastora.

Conocí a esta Venerable Hermandad más de cerca y desde su interior cuando transcurría  los últimos años  de los decenios de los cincuentas; coincidiendo con la llegada del Rvdo. Padre José María Arenas Gil a la parroquia.

En aquella época la hermandad atravesaba un estado tal vez  de cierta languidez. Era su hermano mayor entonces, Francisco Visuara Naranjo, un hombre cofrade, bueno y silencioso, que tenía  un taller de cerrajería artística en  la calle Calatrava esquina con la antigua plaza de Madariaga, cuyo emplazamiento estaba cerca de dónde hoy aproximadamente se encuentra, la calle Profesor Ramos; situándola así  en  el lugar más o menos exacto para aquellos que no la conocieron.

De aquel taller salió la preciosa y artística Cruz labrada, que figura en la Plaza de la Pastora, que fue donada por el citado hermano mayor a la hermandad de la Misericordia en su 25 aniversario de su fundación. Y ésta a su vez, la donó a la ciudad para el disfrute de todos sus ciudadanos.

La artística Cruz de la Plaza.

Después de esta última descripción por considerarla de un justo reconocimiento y premio a la persona del citado industrial y hermano mayor; continuaré con alguna de las semblanzas más íntima y domésticas que conocí de esta Venerable  Hermandad.

Hermandad que fue fundada al parecer por un grupo de ciudadanos y cofrades dirigidos por Francisco Castañeda Sánchez, el 11 de mayo de 1943. El mismo que 14 años más tarde también encabezara la fundación de la hermandad de la Misericordia;  casualmente  en la misma parroquia de la Divina Pastora de las Almas, con el título de Venerable Hermandad y Cofradía de Penitencia de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, María Santísima de Gracia y Esperanza y más tarde se le agregó los términos: Coronada y Beato Cardenal Spínola. Así pues, la hermandad fue erigida canónicamente según decreto del Obispo  diocesano de Cádiz-Ceuta, el 15 de abril de 1945.

El Monte de los Olivos.

La visión de la hermandad era escenificar sobre un Paso de Misterio, el episodio de la Pasión que Jesús padeció en el Monte de los Olivos; compuesta por el propio Jesús y un Ángel solamente. Y tras Él, en otro Paso de Palio, su Madre Santísima.

La primitiva autoría del Señor fue obra del escultor isleño, José Luis García Ramos, tallada en 1944. Existió otras imágenes del Cristo y del Ángel, hechas en Olot (Gerona) de las confeccionadas  de cartón madera, que pronto fueron sustituidas. Como así se procedió con la imagen del Ángel, que concretamente talló el célebre escultor e imaginero, Antonio Castillo Lastrucci.

Sin embargo la autoría de la Santísima Virgen es de autor desconocido y data de la época comprendida entre los siglos XVII o principios del XVIII. Si bien su hechura según algunos autores salió de los también talleres sevillanos de Luisa Roldán, más conocida como ‘La Roldana’

La imagen de la Virgen ya se encontraba en la Iglesia cuando  se  fundó la hermandad y era propiedad del obispado, que se la cedió a perpetuidad a la citada hermandad y ésta la incorporó a sus cultos en 1947 bajo la advocación de Gracia y Esperanza que ya estaba prevista en sus estatutos; efectuando su primera salida procesional en la Semana Santa de 1953.

El nuevo Paso de Misterio mostrando el olivo.

El actual y nuevo Paso dorado de Misterio donde procesiona el Cristo, sigue la forma y el estilo del barroco sevillano y está flanqueados por cuatro preciosos brazos de luz a juego en sus esquinas, construido todo el conjunto en los talleres sevillanos de Antonio Díaz Fernández. Sin embargo los brazos fueron realizados por el tallista isleño y hermano de la hermandad, Manuel Oliva León, cuya autoría constituye otra curiosidad, más conocida en el ámbito interno de la hermandad, que en el dominio público.

Y representa la escena de Jesús orando sobre una peña en el Huerto de Getsemaní, más conocido popularmente como  el de los Olivos, acompañado de la presencia y la atenta mirada de un Ángel, que se le supone que le ofrece un cáliz consolador y el signo cristiano inequívoco de la cruz donde más tarde iba a morir; pretendiendo  con ello, aliviarlo y reconfortarlo previamente de su posterior amargura. Y en la parte trasera de este magnífico Paso, es tradicional contemplar también en él, la presencia  de un  olivo en estado natural que se renueva todos los años en representación de los ochos, que quedan todavía en aquel huerto.

La Santísima Virgen de Gracia y esperanza en su Paso.

Y la Virgen cuyo rostro refleja una exquisita, sobria y finísima hermosura; muestra su ’gracia y esperanza’ cuando procesiona majestuosa con reprimida elegancia en su Paso de Palio de estilo  barroco y de los llamados de candelabros de cola; salido de los talleres sevillanos de los Hijos de Juan Fernández Gómez. Y tanto los varales como los candelabros de cola son obras del también  prestigioso orfebre sevillano, Jesús Domínguez Vázquez.

Paso perfectamente aderezado con los bordados que llevan tejidos en hilo de oro en su precioso palio, en esta ocasión, obra de la  gran bordadora isleña, Esperanza Márquez Moreno. Así como el de su manto, éste confeccionado en los talleres de Manuel  González Hinojosa de la localidad sevillana de San José de la Rinconada.

La hermandad tiene casa de hermandad, una calle rotulada a su nombre y numerosos retablos. Y la Virgen posee el fajín de mando donado por el que fuera Gobernador de Guinea, Faustino Ruíz y varias reliquias del Beato Cardenal Spínola, entre ellas, la cruz que remata su corona.

 Y sus respectivos Pasos son cargados colosalmente por dos cuadrillas de los jóvenes cargadores cofrades de la asociación conocida por las siglas isleñas de la JCC… Continuará…