(II). La Isla y las Hermandades del Domingo de Ramos
He de aclarar que las imprecisiones, qué cosas y quiénes deberían ser reflejados en estos artículos, serán productos de mis vivencias personales y conocimientos particulares. Por tanto, cabe decir que este trabajo, no va más allá de unos simples apuntes, unas anécdotas y algunas pinceladas sobre los entresijos de cada hermandad; como así quedó anunciado en el artículo del domingo pasado. Pues para una mayor información habría que buscar en otras fuentes.
Aclarado esto y siguiendo con la idea propuesta, hoy viene al caso, encontrarnos con nuestra muy querida -hermandad de la Columna- y no de ‘las Columnas’ como la suelen llamar ya que el Señor fue atado a una sola y no varias. Anécdota aparte y atendiendo a su antigüedad, debería ser la última o la primera de las reseñadas el Domingo de Ramos, siempre y según el criterio con el cual se mire. En cuyo caso, su puesto equivaldría al sexto o séptimo entre las más antiguas del lugar, dependiendo de Medinaceli con respecto a su fundación o a su fusión.
Y viene hoy a esta página, precisamente para seguir el orden con el cual pasan nuestras hermandades por la Carrera Oficial, independientemente de su antigüedad. Sin descuidar que tal vez sería una opción a considerar, no exenta de sus complicaciones, pero desde luego no imposible. La citada hermandad data de 1893 y este año cumple la friolera cifra de sus 122 aniversarios de su fundación, o sea un siglo y cuarto exactamente.
Otra anécdota digna de resaltar, la protagoniza el impresionante y espectacular Paso de misterio del Señor saliendo de la Iglesia. ¿A qué niño isleño (yo incluido) no le ha impactado contemplarlo por la impronta de su altura y por el sentimiento que producía visionar su escena azotando al Señor? Por eso creo que no sería baladí decir que a muchos de los cofrades adultos de hoy, ésta primaria visión, facilitó en cierto modo la identidad y la devoción que tienen hoy como cofrades.
La Hermandad posee su sede canónica en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo y de los Desagravios. Y su espléndido altar de culto, donde nunca le falta una vela encendida o una flor, se encuentra entrando en la nave de la izquierda o la del sagrario; ocupando el primero de los altares de dicha nave.
Sin embargo parece ser que hubo un intento muy primitivo de ubicarse en la Pastora, que no prosperó. También otro dato curioso se concreta en las primeras salidas procesionales, que se hacía dentro del cortejo procesional de la hermandad de la Expiración. Así como el ofrecimiento que la hermandad de la Soledad, le propuso para hacerlo dentro del suyo y no tener que trasladarse a San Francisco, pero este intento no resultó. Cosas del pasado… y también del presente…
Su título oficial es el de Real, Venerable y Antigua Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Atado y Flagelado en la Columna y Nuestra Señora Santísima de las Lágrimas. Y su cortejo procesional se compone de dos Pasos; el primero de Misterio donde Jesús aparece en primer término atado a la columna y tras él dos sayones azotándoles. El Paso no lleva monte y desde los balcones y azoteas se puede apreciar el suelo de losas que lo cubre acorde con la escena que representa.
El Señor fue obra del imaginero valenciano, Vicente Tena Fuster realizada en madera noble y de talla completa en 1893. Los sayones son igualmente de talla completa realizadas por el mismo autor solamente un año después, 1894. Y todo su conjunto sorprende por el dramatismo que supo imprimirle el citado autor a todas las imágenes; destacando la portentosa talla del Señor. La Santísima Virgen también fue realizada por el mismo autor en 1894 siguiendo la técnica de las llamadas de candelero. Y es una de las más hermosas dolorosas de lágrimas derramadas que tenemos la suerte de poseer en la Isla por su extremada belleza.
El sobrio Paso de misterio del Señor data de los decenios de los años 40 construido por el cordobés afincado en Sevilla, Manuel Casana Gómez y ha sido restaurado en 1990 y 2011 alternativamente por el sevillano, Manuel Gómez Bejarano y los isleños Bonifacio Jiménez Viedman y Juan Carlos García Díaz.
El Paso de Palio fue obra del orfebre sevillano y trianero Juan Borrero Campos, y como dato curioso decir que además pertenecía a una dinastía de capataces sevillanos. Concretamente fue capataz de la Esperanza de Triana, San Gonzalo y la Trinidad. En cambio, los varales y los candelabros de cola son de los también talleres sevillanos de Jesús Domínguez Vázquez.
Se dice que el citado Paso de Palio fue el primero que salió en la Isla, ya que con anterioridad, la Virgen lo hacía en un Paso de Templete. Y es uno de los Pasos de Palio, que lleva más cofrades delante de él andando de espaldas para no perder de vista a tanta hermosura hasta su recogida.
Otro detalle es el que avala al recordado bordador isleño, Manuel Fraga Gómez, por su protagonismo en el manto de la Virgen. Manto que va plagado en toda su extensión de crisantemos bordados en oro con el nombre de cada donante. Ambos pasos son cargados por cuadrillas de hermanos, acompañados por la agrupación musical, que lleva por nombre el de su propia Virgen.
Finalmente decir, la importante renovación llevada a cabo en cuanto a las túnicas en su diseño y calidad; introduciendo terciopelo morado en su capirote, cíngulo trenzado en colores blancos y morados y capas blancas, lo que sin duda ha aportado al cortejo, mayor lucidez y solemnidad. ¡Enhorabuena a una hermandad que evidentemente ha progresado y sigue en alza!