¡Yo sé que te debo tanto! , llevo mucho tiempo pensando la manera de regalarte no sé de qué forma, todo lo que has hecho por mí. Cada detalle que salió de tu corazón, cada frase para enseñarme el camino, cada oración para velar por mí. No todo fue bueno, ni perfecto, pero ¡me gustas  con tantas  imperfecciones! Cuantas veces, has sido el espejo en el que verme reflejado, ya que los cimientos de mi vida quiso ésta, que fuesen tan desequilibrantes, como aquel que pasa por un puente colgante, y que el vaivén de los peldaños que vas pisando, se convierte en un vértigo querecorre tus entrañas y crees que en cualquier momento puedes caer al vacío. Tú hiciste tantas veces que todo fuese plácido y tranquilo. Me pregunto, porque habré tardado tanto tiempo en dedicarte unas palabras de ánimo para agradecerte tu esfuerzo desinteresado pero a la vez responsable. Esa carga que echaste a tu espaldaa pesar de los problemas que la vida te fue dosificando en forma de alegrías y penas. Como agradecerte que te ocuparas de mí y a la vez de ti, sin caer nunca de rodillas,  como soldado atrincherado por el miedo de las balas que rozan tu cabeza. Tú, resplandeciente de sabiduría por la experiencia de las heridas de otras guerras vencidas. ¡Que orgulloso me siento de ti!, verte siempre tan valiente y con tanta fuente de valores,(tan escasos en estos tiempos que corren). Quizás, me pregunto, que al leer estas líneas pienses que te idolatro y exagero por todo lo que has hecho por mí y nosotros. Y yo, por el contrario piensoque me quedo tan corto y que aun te debo mucho más. Viéndote, te comparo con otras personas que vienen y  van por mi camino pero a mayor distancia que tú, y que, como en un enjambre de abejas que cada una de ellas tiene una función. ¿Siempre os toca ser la abeja obrera, bailar con la más fea y sin otro camino a elegir? ¿No hay otro camino en la vida?; pero a su  vez, ¡es tan reconfortante ver como que de cada batalla volvéis victoriosos a la colmena!.

Hoy te he visto de nuevo, te he saludado y aunque te he intentado contagiar lo que siento por ti, aun así, me siento en deuda contigo. Quisiera parar el tiempo y que cada persona en este mundo que viniese a saludarme, conocerme, tratarme o formar parte de mí decirle. Todo lo que ves en mí es gracias a quien va dirigida esta carta.  A ti, con quien me siento en deuda contigo.

No hay poema de Neruda ni Salinas que te valoren, no hay canciones de Silvio ni Serrat que te describan. No hay arquitectura que te alcance en altura, ni planteamiento filosófico que se haya escrito de ti desde Homero, Sócrates o Descartes.

Tú, fuente inagotable de mi ser. Me siento tan en desventaja, que hoy quiero dedicarte esta carta para que sepas lo orgulloso que haces sentirme.

Y tú, querido lector. Antes de que pienses que esta carta va personalizada para algún familiar, a la amistad, mi pareja o para tiincluso, te diré que no. Evidentemente he pensado en alguien, pero se lo diré a la cara. Por lo que escribo este retal aquí es, porque quisiera hacerte reflexionar,  que todos tenemos alguien a quien agradecerle millones de gesto y más; alguien que en  algún momento nos ha ayudado; alguien que nos ha salvado o socorrido y que nunca hasta hoy hemos sido capaces de agradecerle lo más mínimo. Te invito a coger esta carta y mandársela a esa persona con la que te sientes en deuda. Esta u otra personal con nuevas frases y palabras con nuevos versos y sentimientos, pero dedícala, hazla rodar. Se agradecido y dile de corazón a corazón, lo mucho que te importa y te sientes en deuda con ese ser, tan importantey todo lo que significa para ti, no sea que mañana sea demasiado tarde.