Publicado el: Vie, 3 Jul, 2015
Opinión

Mejor un limón

Art.76Más veces de las que me gustaría me encuentro con parejas que no deberían serlo. No soy nadie para decidir sobre la vida de los demás, ni el propio Universo podría mover sus hilos si no fuese porque nosotros antes hemos generado algún deseo. Sin embargo, hay momentos en los que mi corazón se para en seco y mi alma pierde el estado de ensoñación en el que suele andar tan a gusto...

En tan sólo esta semana he visto como un hombre le decía a su mujer, por el móvil, que estaba muy liado en trabajo y que no le molestase más, mientras en la otra mano sostenía una cerveza y sus "amigos" aguantaban la risa dentro del bar; he sentido la amargura de muchos hombres siendo arrastrados por sus esposas allí donde jamás estarían de estar solos; niños que sufren las malas palabras que sus padres vuelcan en ellos, fruto de sus problemas de pareja; y, por desgracia, un sin fin de actos que son negativos, sencillamente, porque la persona que los hace no está contenta con su vida.

No me valen los niños como excusa, no me sirve "él me ha dicho que va a cambiar", ni "ella es así, yo la quiero tan cual"; no, no es propicio si cada día te levantas sin sonrisas, si toda tu felicidad se encuentra en un mañana que no sabes si llegará, que cada minuto que pasa entiendes, aunque te mientas, que nunca será real.

He estado enamorada antes, he dado todo por quien pensaba que era la persona de mi vida; pero cuando el amor que sientes se te devuelve en forma de discusiones, de intentos por bajar tu autoestima, de reproches por ser como eres, de incomprensión ante tus sueños...entonces...ya nada más merece la pena. También soy madre, también me duele tener que dejar atrás lo que construí, también tengo miedo... Todos los cambios asustan, pero no hay que pensar en el vacío que nos vamos a encontrar,  sino en todo lo que vamos a ganar cuando cada día sea tan sólo un cúmulo de sonrisas; esas que podremos regalar a nuestros hijos, a las personas con las que compartimos nuestro tiempo, a las que no conocemos y a las que nos quedan por descubrir.

Cuando tomamos la decisión de ser quienes somos, de sentir como nos gusta y de hacer lo que queremos desde el corazón, todo se vuelve a nuestro favor. No es más difícil dejar a quien nos hiere, o simplemente no nos hace feliz, que tener que pasar toda una vida siendo quienes no somos, mordiéndonos la lengua, llorando a escondidas, pidiendo un milagro que haga de los otros lo que nosotros deseamos que sean.

En el momento en el que decidimos querernos y aceptarnos como somos, aparece la persona idónea para devolvernos todo el amor que tenemos para dar. Y, aunque el miedo, la pereza o la cobardía, os haga creer que mis palabras no son ciertas, puedo aseguraros que las peleas serán cosa de un pasado que sólo se refleja en los programas basura de la televisión, que la desgana será un sentimiento desconocido en tu interior y que las malas caras serán sólo las que se te pongan al comerte un limón.

Hoy es el día que esperabas para recuperar a la persona más importante de tu vida: TÚ.

Sobre el autor

- Escritora, maestra y loca soñadora. Con el firme objetivo de ser feliz a cada segundo y compartir con el mundo cada sonrisa, cada sueño y cada aprendizaje que el Universo nos permite experimentar.

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