La Fábrica de San Carlos resucita a través de los testimonios de sus ex-trabajadores
¿Qué padre, abuelo o amigo de abuelo no ha trabajado o conoce a alguien que trabajó en la antigua Fábrica de San Carlos?
"Cuando sonaba el pito de la constructora, la maquinaria humana se ponía en funcionamiento, siendo como un despertador para la ciudad de San Fernando". Así introdujo Diego Moreno, técnico del Museo Histórico Municipal, la presentación de 'La Constructura, su grandeza y su tragedia', el libro amasado con esmero por los trabajadores de la citada fábrica.
Tres años es, en total, lo que ha tardado en cocinarse esta obra imprescindible cuya historia se remonta a comienzos del siglo pasado, con la constitución de la Sociedad Española de Construcción Naval. En ella se circunscribiría la Fábrica de San Carlos sobre unos terrenos adquiridos para resolver los problemas de espacio existentes en el Arsenal de La Carraca. Durante un siglo estuvo en funcionamiento como uno de los referentes industriales más punteros a nivel nacional, tal que así "aún parecen sonar las fraguas, las grúas y los saludos entre compañeros que, sin embargo, han permanecido en silencio... hasta el día de hoy", enfatizó Moreno, asesor, consejero e implicado en la obra desde sus inicios.
Destacó por tanto "la importancia de la memoria oral como herramienta para reconstruir la Historia Social Contemporánea". Una historia que ha podido ser rescatada a partir del rico fondo fotográfico cedido por los propios ex-trabajadores. Tras conservarlos y catalogarlos acorde a la normativa vigente, era necesaria la identificación de los elementos que aparecían en las imágenes. Aquí es cuando entra en escena Francisco Sánchez Reyes y cinco de sus compañeros quienes, con sus recuerdos, completaron la información acerca de casi 2000 fotografías. Tres largos años reunidos alrededor de una mesa en el Museo Histórico Municipal que convierten a estos señores no sólo en los responsables de convertir la fábrica en uno de los principales baluartes industriales del territorio español, sino también de perpetuarla por los siglos de los siglos mediante esta obra de referencia imprescindible para cualquier amante de la Historia isleña.
Además de Sánchez Reyes, operario de mandrinadora, han participado activamente en su elaboración Sebastián Gómez Gómez, que comenzó como tornero para acabar como jefe segundo de aprovisionamiento; Luis Hernández Higueruela; Tomás Otero Fernández, iniciándose como mecánico ajustador; Francisco Pérez Iglesias, delineante; y José Rodríguez Gómez, quien desempeñó su trabajo en la fábrica como electricista.
Una obra que "evoca el pasado de una industria única y señorial cuya existencia transcurrió a lo largo de cinco etapas históricas".
no se deberia de haber conformado ,como se conformaba el señor sanchez reyes, que nos inculcaba que esto se cerraba y no habia nada que hacer,con su frase tipica, de "odjetivo conseguido" el habra conseguido algo,por que lo que es yo,no he conseguido nada,solo inestabilidad laboral .
este señor sanche reye fue uno de los culpable del cierre de
san carlo pues le dieron un ere de la junta por los servicios
prestado por dejar a muchos padres de familia en la calle la
culpa del cierre fue de los sindicatos todavia hay padre de familia acordandose de sus casta
no puedo estar mas de acuerdo con este señor el presidente del comité de fabrica de san carlos es un sinvergüenza nos vendió a todo los trabajadores con pedir la extinción de contrato no creo que pueda dormir tranquilo pero que se puede esperar de estos políticos estómagos agradecidos
Soy yerno de un trabajador de San Carlos Antonio González (niño del sol )como es conocido siempre me a gustado escuchar las historias de su trabajo 28/01/2023 un saludo a todos
Estuve en FSC en 1959-1965, según D. Juan Sarriá tenia un buen porvenir en dicha empresa. He estado durante mas de 50 años en las grandes ingenierías petroquímica a nivel nacional y mundial. En los años 1980 hicimos un gran proyecto con CEPSA HUELVA cuyo director de proyecto fué José Vicente Rubén de Celis, también cañaílla como yo.
Vino a visitarnos Juan Sarriá Lucas a nuestras oficinas de Madrid para ver si le podíamos ayudar encargándole a FSC parte de los equipos de ese proyecto. Yo como ingenieria y él como propiedad le encargamos a FSC unos grandes equipos de mucho valor y horas de taller. Como necesitaba una ayuda técnica envié durante un año a un técnico de mi departamento para apoyar técnicamente a FSC. Al final se hicieron dichos equipos pero en las visitas que yo hacía periódicamente mi experiencia me indicaba que FSC moriría pronto ya que había mucha política de por medio y unos intereses muy alto para hacerla desaparecer. Desgraciadamente así ocurrió y así murió una de las grandes compañías de España que era ejemplo del buen hacer y de ejemplar honestidad por parte de la dirección, comparto algunos de los comentarios que he leído en estos correos. Yo como isleño y exempleado de FSC lamento la pérdida de este tipo de empresas en la ciudad que nací y que fué modelo durante mas de 50 años de como se debe llevar una empresa.