El florido y hermoso mes de Mayo en curso
Mayo igual que octubre es un mes que en cierto modo se dedica a honrar a la Virgen María… ‘Con flores a María que Madre Nuestra es…’ Decíamos los que ya peinamos canas… ¿Y quién no recuerda esta canción al mismo tiempo de haber llevado a la escuela unas flores durante todo este mes para ofrecérselo a la Virgen?
Tal vez estas actuaciones contadas hoy puedan parecer entre los más jóvenes un tanto caducas o anticuadas. Y quizás nos les falten razón si no la han vivido ni disfrutado. Sin embargo, nada más lejos de la realidad o de mi realidad. Más aún, creo sinceramente que siguen vigentes con el mismo valor espiritual y humano, que tuvieron en épocas pasadas.
Desde luego el mensaje no ha cambiado, como no ha cambiado el Evangelio, que sigue latente hace dos mil años. Lo que sí ha cambiado de manera radical, ostensiblemente manifiesta y vertiginosa, es el desarraigo y la desatención a estas prácticas religiosas y si se quiere actualizándolas acordes con los tiempos, aunque parte de la sociedad camine por otro lado y haga oído sordo de todo aquello que tenga relación con los asuntos de Dios. Y más concretamente de todo lo que huela a su Iglesia.
Pero el espíritu humanístico de esta página cristiana, religiosa y cofrade no puede soslayar ni obviar los frutos de las buenas obras. Está dicho en Mateo. 7.15.20. “Por sus obras los conoceréis” que es tanto como decir por sus actos, por sus actuaciones…
Dicho esto y volviendo a este mes, denominado también mes de la Pascua Florida, de las Comuniones y de las Flores. Observaremos que el calendario de su santoral eclesiástico, viene plagado de grandes celebraciones, destacándose entre otras: San José Obrero, la Virgen de Fátima, San Isidro Labrador, Pentecostés, San Felipe Neri y la Visitación de la Santísima Virgen María, que cierra el último sábado del mes con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Además del pasado día tres dedicado a todas las Madres de la tierra y del cielo. ‘Con flores a Marías que Madres nuestras son’
Y aunque cada celebración, necesitaría al menos un artículo aparte para explicar en cada caso, sus propias semblanzas y particularidades. Cabe destacar como no, la ya pasada festividad de San José Obrero como la más próxima a nosotros por lo que representa San José, Patrón de esta querida Ciudad.
San José nuestro Padre y Señor aun siendo el Patrón de la Ciudad, se festeja también como ‘obrero’ y como Patrón de ‘los trabajadores’ según su oficio de carpintero, del cual poco se dice en el Evangelio de San Mateo. Así como de su oficio, de los detalles, del tiempo y de la forma que lo ejerció
Sin embargo del Apóstol San Pablo, sí tenemos más datos y sabemos que fue solícito, obediente, respetado y reconocido por la Iglesia Católica como un gran ejemplo para los obreros. El Papa León XIII recomendó a todos ellos la veneración a San José como Patrón suyo. Y fue el Papa Pío XII quien instituyó el 1º de Mayo la Fiesta litúrgica de San José Obrero.
Por eso la Esclavitud de su Venerable Hermandad, ha festejado brillantemente esta festividad a través de una procesión de gloria y alabanza en honor a su figura obrera, recorriendo las calles de la Isla el pasado día uno.
Y más allá de lo que pueda suponer la parte plástica de esta noble intención. Hay otra más profunda de carácter sentimental y rogativo, elevándole al Bendito Patriarca y Patrón, la petición de otra muestra semejante al milagro, que ya obró cuando también salió en procesión para detener la epidemia de fiebre amarilla que asoló a la zona y a su vez a nuestra Ciudad en el año 1800.
Milagro que se le atribuye -similar al que hizo en los EEUU- y salvando la distancia, los momentos y las circunstancias. Se me ocurre pensar, qué hubiera sucedido si los frutos de esta procesión, hubiese permitido añadir otro milagro -que seguramente es lo que el mundo necesita- si ésta salida en procesión del Santo, hubiese detenido y acabado con los paradigmas que azotan a la humanidad entera, que se llaman: desequilibrios, desigualdades, enfermedades, guerras, pobreza, mal reparto de la riqueza, luchas de poderes y sobre todo erradicar la lacra y los efectos del paro que tanto está afectando a nuestro querido país.
Y si los creyentes, afligidos y menesterosos invoca con fe y esperanza al Señor mediante la intersección de los Santos, Él también lo escucha. Señor misericordioso que todo lo puede ¡¡Escúchanos!!