Hoy de nuevo...
Despierto mis ojos para pasearlos por las palabras que me envías a través de este enorme mundo de hilos invisibles que nos conectan. El Universo siempre está atento para moverlos de la forma adecuada, en la dirección correcta. Se estremece mi alma al sentirte entrar dentro de ella, al permitir que me adentre en la tuya. Me pregunto qué puede haber más bonito que la unión de lo mejor que llevamos dentro, de lo que más nos llena de vida.
Enciendo las luces de mi inspiración y me siento a escribir sabiendo que estás ahí para hacer tuyo cada sentimiento que vuelco en tu corazón, cada aprendizaje que la vida me obliga a asimilar, cada frase cargada de momentos que también te harán recordar. No soy yo quien entra en tu alma para llenarla de lo que necesitas, eres tú quien grita que alguien te diga que lo que sientes es real, mucho más común de lo que pensamos, más sencillo de lo que nos contaron...
Si yo soy el motor de algunos de tus días, tú serás siempre la razón de todos los míos, pues qué sentido podría tener que yo abriese lo que soy para ti, si tú jamás te decidieses a usarlo para sentirte feliz. Me desnudo ante tus ojos para que veas que no hay trampas, que yo también sufro cuando la vida que me roba lo que más amo, me tumba ante la desesperación de no salir de un mal día; me quito los disfraces que la sociedad nos obliga a llevar para contarte, también, las alegrías que la vida me da, los motivos que encuentro en cada despertar, las noches que por amor me decido a no soñar.
Hoy de nuevo te escribo sabiendo que mi sonrisa será la tuya al leerme, que mis lágrimas serán las que recojas al sentirme, que mis vivencias serán las que te ayuden a ser más fuerte. Hoy, de nuevo, te escribo para entregarte lo que deseas por ser tú lo que yo más quiero, por hacer que cada minuto que las musas me acompañan, tenga la única finalidad de ser una eternidad dentro de tu ser. Hoy, de nuevo te escribo...sabiendo que mañana y siempre...te escribiré también.