La Calle Real en 16 capítulos; capítulo (XIII)
…Uno igual existía frente a Capitanía en este caso dirección Cádiz-Madrid, también desaparecido. Y a continuación de la Compañía, ya en la otra esquina de la calle Manuel de Arriaga, más conocido como el Callejón de las Monjas, el Bar Cafetería la Compañía, la freiduría Virgen del Carmen, una Panadería y Pastelería Árabe, una Frutería, el Multibazar Falla (la Casa grande frente a dicha Avenida) y su garaje, donde estuvo La Carpintería más conocida como la del Muerto, una Clínica Dental, Confecciones Amparo, la Casa de la familia Monzón, en dónde vivió y escribió Luís Berenguer, hijo adoptivo de la ciudad y premio nacional de Literatura y de la crítica, autor inolvidable del Mundo de Juan Lobón, según reza en la placa instalada en su fachada por el Ayuntamiento.
A continuación Roype, Toscana, Vapora/Vapea, Ferretería Real, ahora Panadería, Electrosanf Pasaje de la Música, antiguo Valle con un pasadizo que comunica la Calle Real con los Pisos de Sacramento que la Empresa Nacional Bazán mandó a construir a la empresa constructora de la Yesería El Nazareno de los hermanos Luque (Pepe y Luis) para sus empleados, Aluminio, PVC e hierro de Segundo. Y en la otra esquina otro retranqueo, éste en diagonal con el de la acera de enfrente y en él, el Edificio Municipal que alberga “La Casa de la Juventud” que mejor resulta distraer la vista antes que localizarla por su construcción y aspecto. Y en su planta baja Decocenter Valentine. Y a continuación Milar La tacita, esquina con la calle Galiana. Y en la otra esquina, la tienda de comestibles de Vallejo (el que fue magnífico Barman del Bar Reverte descrito en capítulos anteriores, tienda que permanece cerrada), Bolsonova, Calzado Mercacentro y Unicaja (antigua fotografía Fabra en la misma esquina de la Alameda del Carmen o de Menéndez Pidal).
Y salvando la distancia de la misma hasta la otra esquina. Decir que allí primitivamente se encontraba el Puesto de chucherías del Viejecito, que después fue Bar y ahora La Pizzería Caruso. Y a continuación la Casa grande y cerrada durante bastante tiempo que fue de la familia del general Garrido, que albergó en su día un Bazar, seguido de un Edificio de Viviendas, una Administración de Loterías y Apuestas del Estado, La Autoescuela Avenida (cerrada), el restaurante Wang Sheng, el restaurante La Tapería, la Fotografía Julián Ochoa, un establecimiento “denominado” Totto Plencing Chis/Apat, El famoso y célebre Patio Cambiazo de La Isla, que además de ser el cobijo de muchas familias modestas, ostenta la representación del más genuino estilo barroco en patios de aquella época, que fue rehabilitado conservando la Hornacina, pero perdiendo el codiciado brocal y herraje de su magnífico Pozo, que situado justo en el centro de la edificación, tanto le caracterizaba y que se esfumó sin poder decir no se sabe adónde, aunque hay -según los rumores- quien sabe cuál fue su destino. El patio Cambiazo fue otro sitio fantasmagórico donde la leyenda cuenta que aparecía durante las noches fantasmas vestidos de blanco con una luz sobre sus cabezas.
Los citados fantasmas de luces que aparecían en este singular Patio, tenían cierto paralelismo y similitud con aquellos que en la misma época aparecían en el Camino de la Cruz y en la calle San José y San Antonio, que surgían durante las madrugadas en las largas y calurosas noches de veladas veraniegas, en la que los vecinos de dicha calle disfrutaban de las animadas tertulias, que correlativamente se sucedían en las puertas de sus respectivos domicilios. Un grupo de aquellos fantasmas procedían de la Casería Vía la playa. Y otros del Puente de la Casería, vía el ferrocarril, que pasaba por debajo de dicho puente (punto clave para tirar las mercancías). Y era evidente que el motivo de las escenas fantasmagóricas, se debía a amedrantar y sembrar el miedo al personal para dejar expedita la calle y poder pasar los alijos procedentes del contrabando (en aquella época "el estraperlo" como así se llamaba), que en realidad y por lo general consistía en alimentos básicos que escaseaban, tales como patatas, azúcar, etc. Yo viví en el número 4 de la citada calle y por esa razón conocí muy de cerca a unos de esos fantasmas de carne y hueso, que durante el día vendía frutas y verduras y por las noches se transformaba en fantasma. Además este fantasma era tan singular que se llamaba -Juana- y tenía asegurada su integridad y su libertad, dado que su amante paradójicamente era casado y Cabo de la policía municipal de la localidad. Y esto, son historias insólitas e inéditas, pero verídicas y recombalescas de aquella Isla que se nos fue. Le sigue los solares previstos actualmente para construir una treintena de viviendas donde estuvo la Escuela de Orientación Femenina en la esquina de la calle Diputado Síscar, que por cierto tiene un rebosante y precioso Ficus merecedor de conservar (veremos que hacen con él).
Y justo a su lado el solar anterior que fue sede del primitivo Colegio del Liceo. Y a continuación una serie de Casas hermosas y palaciegas entre ellas, la casa nº 214 que alberga a la Clínica dental del Doctor Manuel Mª Romero y junto al actual Bar Cafetería La Real que fue El Titán, la Casa nº 218 donde nació el Doctor D. Benito Alcina Rancés, Ilustre Higienista e Insigne Patólogo y Catedrático que el Ayuntamiento, acordó el 25 de Marzo de 1853, fijar una placa (que existe en su fachada) para el recuerdo de sus relevantes méritos. Y en entre la esquina y el Bar Cafetería La Real y la otra esquina, queda un gran espacio abierto donde se derribaron algunas casas, entre ellas, se encontraba la casa y la mercería-ferretería de Mariano Castro.
Y en la otra esquina un edificio de viviendas de nueva construcción rotulados con los números 222A, 222B y 222C pegado al Convento de Clausura con su hermoso y destacable Castillete cuadrado de estilo barroco, que remata el techo del citado Convento de las RR. MM. Carmelitas Descalzas y en donde pasó gran parte de su vida hasta su fallecimiento. La Hermanita Cristina de Jesús Sacramentado, muy querida y reconocida en La Isla por la cantidad de favores que se les atribuyen. Y por cuya causa, se encuentra en proceso de Beatificación.
A continuación y ya en los primeros metros del inicio de la cuesta de la Ardila hacía abajo, la tienda de Vodafone, El complejo de la Andaluza compuesto de Hotel, Cafetería y Restaurante. El supermercado Mercadona y su parking y por último, La Gasolinera.
Y volviendo a la acera de enfrente a la altura en la que se quedó, continuar con el Edificio nº 229 que queda en la otra esquina de la Avenida de la Marina, lugar donde estuvo la Fábrica de Tranvía con su impresionante chimenea. Fábrica que como la de la Luz, la del Gas o la de las célebres Caballas que montó Paquiqui (según decimos aquí en la Isla) excepto la Fábrica de San Carlos (La Constructora), nunca fabricaron, ni tranvías ni luz ni gas o caballas. Sin embargo, curiosamente la de la luz tuvo una ventajosa peculiaridad para los ciudadanos que consistía en entrar por la puerta principal de la calle Cervantes y atravesando su patio se salía por la puerta trasera de la calle entonces Muñoz Torrero hoy General García de la Herrán (menudo ahorro de vuelta) casi enfrente de la Ladrillera, que precisamente siendo una auténtica Fábrica de hacer ladrillos no se conocía como tal fábrica, sino como La Ladrillera a secas, lugar donde hoy se encuentra un complejo de pisos incluida su pequeña placita, conocidos como Los Pisos de La Ladrillera (cosas de La Isla).
Después y tras la mal llamada Fábrica de tranvía le sigue: la Inmobiliaria Sur Hogar, Bazar el Carmen, Salser Sport, Tienda de Bordados y Serigrafías, el Bar Chemari, Cristalería El Carmen 2, la Coristería Los Claveles, Cocinas3B, Frutos Secos y Bollería, la Floristería San Judas, Muebles Julio…Continuará…