La Biblioteca Berenguer.

…y tras ella la huerta de Vargas que sirvió para abrir la Avenida Manuel de Falla que hoy conocemos). Y siguiendo con la otra esquina, un Edificio no muy vistoso,  una Defarmacia, la Farmacia de José María Mendoza Delgado (que sigue), la Casa que fue del capitán de navío Juan Lazaga Azcarate ocupada por uno de los siguientes comercios: Congelados Jacinto, Hula2, Baguetería La Isla, Tejidos Laura, Edificio de Viviendas, la Casa de la familia Almeida hoy de Milagrosa Vela, Banco Santander, antiguo Zapatero, Mercería Carmelín y Zapatería, Confecciones El Carmen, el retranqueo de la esquina del Gordo (otro) y en él, Unicaja, Candy y World artículos de Bazar y Fotos Fabra en la misma esquina de dicho retranqueo.

Y en la otra esquina La Papelería Rial donde estuvo la Carnicería de Joselito Suárez, La Caixa, Cálzate, la inmobiliaria Áticos, la peluquería La Rosa Negra y la Casa de los Palau en la misma esquina de la calle Alsedo. Y en la otra esquina el Bar Bilbao (desaparecido), Carmen de la Flor establecimiento de Ropas, la Casa nº 215 de la familia de Sánchez (Álvaro) de formidable aspecto de conservación, la Clínica Veterinaria El Carmen, la Biblioteca Municipal Luis Berenguer, antes Casa Locadio, Bar donde  jugaba al futbolín los alumnos del Liceo en la misma esquina de la calle Carmen (Las Callejuelas).

Y a partir de la otra esquina, la fachada se separa de la orilla de la calle y establece una especie de triángulo rectángulo formando en su hipotenusa una pequeña Placita con sus respectivos banquitos. Y retomando la esquina de la calle Carmen; seguir citando la Farmacia de los licenciados A. Guerra Palacios y M. Guerra Vélez,  Confecciones Pimentel, Santa Lucía Compañía de Seguros, Federópticos Goye, la peluquería Maribel Lerena,  las Oficinas y Dependencias de la Parroquia del Carmen. Y éste sería el lado o el cateto más largo del triángulo. Y justo en el ángulo recto de ese supuesto triángulo, la Iglesia Convento del Carmen propiamente dicha (que incorpora en su fachada tres placas dedicadas al patronazgo de la Virgen del Carmen con la Armada y con la Ciudad, a las Cortes Generales y Extraordinaria y al título de Ciudad como San Fernando,  a los Carmelitas y al Liceo) incluida dentro del retranqueo que allí se forma. Y en el lado o el cateto más corto que corresponde al hipotético triángulo antes dicho, se encuentra pegada a la Iglesia, la puerta de entrada al Convento de San Joaquín de los Rvdos. PP. Carmelitas O.C.D., por Real.

Y a continuación la entrada al Colegio, siguiendo su fachada hasta llegar a la misma esquina (esquina redondeada) dándole la vuelta para continuar ya otra vez en la Calle Real hasta la esquina de la Avenida de la Marina por donde también tiene entrada el citado Colegio, el Convento, los recreos y los campos de deportes, que en tiempo ocupaban tres niveles. Había un gran frontón y en lateral derecho hacía abajo el resto de un trozo de huerta con vaquerizas en producción incluida. Y en la parte alta la trasera del convento y en su planta baja varias dependencias de la propia Comunidad, en cuyos bajos estuvo también en los años sesentas, la Escuela Stella Mary para atender e impartir enseñanza gratuita a los niños necesitados en general, pero especialmente a los de la zona. También había unos vestuarios para los alumnos del Liceo,  unos servicios y sanitarios. Amén de unos almacenes donde las dos Hermandades, tanto la del Carmen como la del Santo Entierro respectivamente dispusieron transitoriamente de los mismos para ejercer sus funciones, sus actividades y guardar sus enseres a modo de Almacén, conocía perfectamente lo descrito anteriormente, porque primero fui alumno de los primeros años del bachillerato en aquel citado y entrañable Liceo. Y después en los últimos años de los cincuenta y en los decenios de los sesenta y de los setenta hasta el curso 75/76 fui profesor del mismo en la época de los PP. Germán (prior), Vicente, Juan Bautista, Casimiro (Secretario) Jorge,Gabriel (Secretario) Marcelino, Tarsicio, Saturio, Hidalgo (prior), Luis Gonzaga, Escalona, Jesús (Prior), Serafín, Conrado y Enrique.Y los profesores seglares, García Rivada, Quijano, Guerra, Pérez Lobatón, Matute, Agudo, Lecue, Vez, Cureses, Bernabé,Macías, Romero, Diego, Andrés, Valeriano, Luis, José Luis, Sánchez Mallou, Gámez y Galera.

También hay que señalar qué, si bien en el tramo que va de Alameda a Alameda, es decir de  Moreno de Guerra a Menéndez Pidal,  se han mencionado ciertamente algunas de las casas de otras tantas familias representativas de la Ciudad, más se han omitidos si cabe y tal vez en un número superior con respectos a la aludidas por razones obvias de espacio, de extensión y de concentración de familias, que no por omitidas dejan de ser igualmente de interesantes y representativas. Sin descuidar tampoco la atención que también merecen aquellas otras situadas a lo largo de toda la Calle Real, que son muchas y por eso imposible de reseñarlas todas. Amén de los repentinos y frecuentes cambios que se producían en aquella época en donde cambiar de casas, era como cambiar de camisas. Existían muchas casas vacías y disponibles a las que se les colocaban en sus puertas, las célebres llamadas papeletas (no de sitios como en las cofradías, aunque en cierto modo también) que a modo de las actuales inmobiliarias, anunciaban su precio y su libre disponibilidad de acceso. Sin embargo debo señalar honradamente, que en los primeros capítulos, omití más por olvido que por la razón anterior algunas de las casas de la Calle Real abajo donde vivieron los doctores: Eugenio Pérez Gener, Alfonso y Antonio Núñez (padre e hijo), Faustino (padre y,no se si exactamente su hijo también), Macías, Almeida (único vivo de los reseñados y en tal caso también Faustino hijo) O el constructor Rafael Cruceira en cuya casa y otra aledaña derribadas, construyó el Edificio ya comentado de enfrente de Capitanía, O el que fuera hermano mayor de la hermandad del Medinaceli, Francisco Reula, que como los últimos doctores vivió en la Casa del Turco. Y más arriba en el edificio junto a la farmacia de Sarria, actualmente de Cuadrado el doctor Antonio Zambonino, que luego se pasó a la calle Héroes del Baleares, y adquirió mucha fama curando las hemorroides. En el mismo edificio y a lado de Zambonino, vivió Francisco Nieto, que fue el vestidor durante los primeros años de la hermandad de los Afligidos (Estudiantes). Y enfrente al lado del Bar Avenida, el doctor Aranda.

La Iglesia de San
Francisco.

Y volviendo a la acera de la derecha en el lugar donde se quedó, continuar con la Casa parroquial de la Iglesia, la propia Iglesia  Castrense, Diocesana y Vaticana de San Francisco, (Iglesia que anteriormente fue un Hospicio y cuya Espadaña permanece oculta a simple vista dando la sensación, que su construcción y situación parece confundida o que se construyó al revés. Y en su interior conserva tres placas, dos dedicadas a nuestro Cardenal Spínola en el Baptisterio. Y una a las Indulgencias plenarias). El isleño, ilustre y beato Cardenal Marcelo Spínola y Maestre fue uno de los hijos predilectos de esta Ciudad más claro y eminente que pronto  cumplirá 180 años de su nacimiento. Y es sede canónica también de las Hermandades penitenciales de la Expiración, de la Caridad y de Cristo Rey, así como también de las letíficas o de glorias de Santa Elena y de María Auxiliadora. La citada Iglesia tal vez cuando llegue este capítulo al lector como ocurrirá con la efeméride del Cardenal Spínola ya habrá cumplido 250 años de antigüedad como Iglesia Castrense. Efemérides que coincidirán y se celebrarán posiblemente sobre los días 17 y 18 de Enero próximo respectivamente.

Le sigue a la Iglesia justo a su lado, la Casa nº 104 sede de Cáritas y Casa de Hermandad de la Caridad y de la Expiración. A continuación un Restaurante Chino, denominado Hong Kong II con apariencias siempre de cerrado, el espléndido Edificio nº 108 a 110 de bellos balconajes donde vivieron y tuvieron la Casa y la Academia los O!dogherty y la Casa del Doctor Antonio de la Cruz  que fue director del Hospital Naval de San Carlos y en la planta baja la Politecnia dedicada al parvulario, hoy Anfra y pegada a ella una Casa de fachada  colorada de muy buena apariencia que no obstante rompe la armonía de la anterior.

Y a continuación un centro de Fisioterapia, el Centro de Sigler de Enseñanza Profesional en la casa que fue de los Fernández Peña, el Colegio  Miramar Centro Concertado de Infantil y Enseñanza Primaria que quedó segregado de los hermanos Cerezo, cuando éstos se trasladaron al edificio en esta misma Calle Real ya señalado, pasando a la propiedad de José Calderón Macías, alojado en la Casa de ‘fachada alicatada en azul celeste’ que fue Clínica de Oftalmología del Doctor Vélez, el antiguo Garaje San José dedicado fundamentalmente al alquiler de garajes para otros coches y a cambios de aceites y otras reparaciones menores,  que fue propiedad de José Ruiz Vela más conocido por “El Foli”. hombre muy popular y singular de La Isla, que viene al caso referir una anécdota que lo define. Y sucedió como sigue: un día su padre siendo el Foli muy jovencito, le encomendó que vigilara el trabajo que se realizaba en las salinas y esteros que poseía. Y no se le ocurrió otra cosa, que subir a la azotea y a través de un prismático, tratar de controlar las faenas propias, que se hacían en las mismas.Y de esa manara poder notificarle a su padre  sin tener que desplazarse, el fruto de su encargo (cosas del Foli).Hoy propiedad de su viuda Quina Ortega, prima de los toreros. Taller  regenteado en la actualidad por Fórmula Dos dedicado a la Mecánica del automóvil en general. Y al lado la casa de su otro primo de ambas familias, Francisco Ortega, primo a su vez y apoderado de Rafael Ortega, Ruiz Miguel y El jerezano.

A continuación un Podólogo, una tienda de Artículos de Regalos en lo que fue la peluquería de Fidel y Seguros La Estrella en el nº 128 encima de dicha peluquería y ahora en planta baja convertido en Seguros Generali (antes en la planta alta cuando fue Seguros La Estrella, también  al mismo tiempo y en la misma planta existió la Academia San José de Mecanografía y de Preparaciones de Adultos, ambas cosas, Seguros y Academia, establecidas y dirigidas por el que suscribe durante muchos años), la Juguetería de Mané (que sigue), la Caja Rural del Sur.

La Compañía de María.

La Compañía de María, importante, antiguo e histórico Edificio que conserva en su fachada las tres  placas concedidas por el Ayuntamiento en honor a su papel desempeñado en el año de la Constitución de 1810, alusivas al Consejo de Regencia,  a  la Medalla de Oro y a su labor docente. Y por lo mucho que alberga y lo poco que se  conoce. Declarado Edificio BIC al que no obstante, se le intenta instalar delante, uno de los armarios que se están situando en la Calle con motivo del tren tranvía, tapando parte de su emblemática fachada y mucho nos tememos también, que se coloque otro que tiene más dimensiones y altura todavía, si se trata de una marquesina. Y justo en la fachada de enfrente de la Compañía, existía una curiosidad poco conocida, consistente en la existencia de un mosaico, señalando el km 632 de la carretera nacional IV Madrid-Cádiz a su paso por la Ciudad que ha desaparecido…Continuará…