Publicado el: Lun, 9 Feb, 2015
Opinión

La Calle Real en 16 capítulos; capítulo (X)

Plaza de Toros

Plaza de Toros.

…se trasladó después a las cercanías de la Plaza de Toros y más tarde, definitivamente en el lugar donde hoy se encuentra ubicada, en el número 24 de la calle Lope de Vega, más conocida como la calle Comedias por existir en dicha calle un teatrillo de comediantes.

Y volviendo al patio de San Francisco y detrás de sus muchos y buenos vecinos y de todo su laberinto para acceder a él ya descrito, se escondía las posibilidades que después tuvo y se materializó en su anterior patio exterior antes de ser derribado, en el cual existía al fondo una cancela que accedía a la huerta de Palomino. Huerta que era propiedad  de Adolfo Suances, heredada de su madre y que se convirtió en la calle que conocemos hoy como Almirante Faustino Ruíz. (Adolfo Suances, ya fallecido,  fue coronel de infantería de marina y mantenía la amistad del Rey Juan Carlos I, porque había sido compañero de promoción en la escuela Naval de Marín.Y cada vez que el Rey visitaba Rota, La Carraca o la Bazán y siempre que las circunstancias lo permitía, sobre todo durante el tiempo cuando le construía su yate, se entrevistaban y hasta en ocasiones degustaban juntos nuestras tortillitas de camarones, que tanto le gusta al Rey). Es decir todos los inmuebles descritos en el capítulo anterior, excepto la joyería, la Casa que fue del citado Almirante, nº 98, la de al lado nº 98 B, y la tienda de comestible El Pino, fueron derribados para construir la citada calle.

Calle que quedó abierta desde la misma esquina de dicha tienda hasta la Casa Parroquial colindante con la propia Iglesia de San Francisco, quedando exactamente igual como se encuentra ahora. Calle que tomó el nombre del citado Almirante, cuya casa al encontrarse justamente encima de la tienda, hacía un conjunto sólido y compacto, aunque de aspecto ruinoso tal como el que actualmente tiene, sobre todo el de la Casa, de tal manera que estos inmuebles junto a la joyería, ocasionan un saliente de una evidente angostura y perjudicial estrechez innecesaria con la acera de enfrente por la Calle Real. Y otro evidente retranqueo por la propia calle Almirante Faustino Ruíz.

Y volviendo de nuevo a la acera de enfrente a la altura en donde se quedó su descripción en la esquina de la calle San Nicolás, continuar con el Bar San José que fue de Miguel Fajardo,  después se convirtió en Bar Andaluz y más tarde en el Bar Reverte, adquirido por una familia llegada de Jaén, que lo remozó y lo convirtió en un Bar singular, acogedor y muy a propósito y concurrido por la juventud y las parejas de la época. Circunstancias que quedaban suficientemente demostrados al comprobar cómo se llenaba los domingos a la salida de la Misa de doce de la Iglesia Mayor. El Bar entonces, se convertía en un hervidero y bullicioso lugar de esa juventud y de las jóvenes parejas de enamorados isleños, degustando su rica cerveza, que tiraba como nadie, su buen, simpático y amable dependiente apellidado Vallejo. Así como también disfrutando de sus exquisitas tapas y de paso de algunas gambitas, que caían o de las cañaíllas o bocas de La Isla ¡Qué maravilla! Que el conocido mariscador apodado “el gitano” sabía vender  con su arte, su tez morena, que ataviado de su blanca chaqueta tanto destacaba con su brazo enganchado al típico canasto de mimbre lleno de aquellos suculentos mariscos. Y por último el citado Bar Reverte, nos sorprendió a todos  trasladándose a la acera de enfrente (perdiendo allí su encanto anterior) y en su lugar se instaló  Casa Paco de comidas rápidas (hoy cerrado).

Actualmente se está reformando y se pretende abrir al parecer y hasta donde conozco  un  Bar de  nombre El Girasol, para lo cual ha modificado toda su estructura anterior, cambiándola por otra de dudosa vistosidad exterior al menos en cuanto se refiere a las dos entradas que se han practicado en dicha reforma; una por la calle San Nicolás y otra conservando la de la Calle Real, aunque desfigurada con respecto a la que tenía.

Le sigue la fotografía Fabra, que existe y resiste todavía, el Bar que fue Las Camelias que tenía unos villares, hoy convertido en la Clínica dental de Suraña González. Y desde esta esquina de la calle Velázquez, calle corta y peatonal, cuya peatonalización aparenta ser innecesaria en detrimento de otra próxima de mayor calado e importancia que aquella, como la de  General Serrano, por lo que significa y representa esta calle que da acceso al Real Teatro de las Cortes. Y tras este inciso, seguir con la descripción hasta la calle San Cristóbal  y  mencionar que en la otra esquina de la calle Velázquez se encontraba La Cita,  tienda  selecta de comestibles y de delicateses, que además fue también tostadero de cafés y de avellanas, que contagiaba invitando con su aroma y el olor -sobre todo el de las avellanas- a comprarlas calentitas en el atardecer de cada día. Hoy en su lugar hay un Bar Cafetería recién instalada que todavía no tiene nombre comercial visible, después de otro negocio que rápidamente desapareció, aunque tuvo en su inicio  un abultado número de clientes, que pronto se diluyó.

Y a continuación una serie de establecimientos que se han sucedidos cómo el Bar Avenida y en su lugar Pro-Novias, que se debate ridículo entre las dos alturas de las fincas colindantes, Galerías Mónaco, ahora Orange y Halcón Viajes, el Banco Kutxa (desaparecido) Por cierto delante del citado Banco hay una placa en el suelo como la anteriores, no referenciada, que dice: En La Isla de 2010 reafirmamos nuestro compromiso con la Libertad" de Francisco González Cabaña, Presidente que fue de la Diputación de Cádiz, Eurocollege Academia de Inglés, Maxím, espléndida tienda de regalos (también desaparecida), luego uno de los negocios que más han cambiados de nombre: La Camelia, después El Real, más tarde La Pastelería y Confitería de la Chiclanera, luego Té con Té, también fue Kubo King y por último y recientemente La Xanta, trasladada de la acera de enfrente. Le sigue Gink@na, una tienda de ropas infantiles, otra de Chuches, la Oficina de Abogados de Más-Ortiz en la planta alta del edificio y en la planta baja y en la esquina con la calle San Cristóbal antes citada, estuvo la Oficina de Información y Turismo, después MRW, más tarde una Zapatería, un Turco y ahora un Bar llamado La Buhardilla. Por cierto en la esquina de este Edificio entre la Calle Real y la de San Cristóbal, hay un pequeño azulejo incrustado en la misma esquina, que apenas se percibe y que dice textualmente: Barrio de la Iglecia.

Y a partir de la otra esquina, Ruceco, Establecimiento de Bicicletas, que igual que el Bar Avenida, ha quedado totalmente desproporcionado de manera exageradamente considerada en cuanto a su altura entre El Edificio de Más-Ortiz Abogados, que también fue Clínica del Doctor Ramírez de Isla en planta baja y en la alta el Colegio Miramar de los hermanos Cerezo, una calle de por medio (San Cristóbal) y el Edificio más conocido por Deysa que por la Casa de Zimbrelo.

Edificio de la Casa Zimbrelo.

Edificio de la Casa Zimbrelo.

Deysa  era el nombre comercial de un  establecimiento que tenía Ángel Baleato, que vendía aquellas vistosas sillas y mesas de hierro artísticamente diseñadas por un cualificado Maestro de Herrería de la Empresa Nacional Bazán, llamado Manuel Vélez. Todo lo descrito existía en la planta baja del citado Edificio y en el resto, unos inmuebles que conformaron la distinguida Casa que fue la de Zimbrelo, que rematada con su espléndido Torreón cuadrangular, fue el mejor y más perfecto vigía observador de los  movimientos del asedio a La Isla de las tropas francesas durante la guerra de la Independencia.

El Edificio actual nada tiene que ver con el que fue -transformado hoy- en confortables viviendas donde vivieron entre otros, el conocido Doctor, Manuel Casanova Bellido, Pediatra y Catedrático de la Facultad de Medicina de Cádiz (fallecido recientemente). También vivió allí, Francisco Barranco Pérez, Practicante antiguo y conocido (fallecido hace más tiempo). Y la perfumería Aromas ocupando toda la planta baja del citado Edificio hasta la misma esquina de la calle Santiago.

Y en la otra esquina, la tienda pequeña pero dotada de productos selectos y de comestibles exclusivos que fue de Muñoz Moro, convertida hoy en un Estanco, le sigue El Tranvía y ahora Calentitos y Botellín gestionado por Manuel Acosta asociado. A continuación la fotografía que fue de Cuenca y ahora una Heladería y Pastelería La Artesana, Oro La isla y lo que fue el célebre freidor de Lobato, convertido en parte de lo que ocupó el Edificio de Correos en la esquina de la calle Dolores.

Francisco de Paula García Barroso

Francisco de Paula García Barroso.

Y en la otra esquina en el lugar donde estuvo la mercería conocida como la de la calle Dolores, La Papelería y Librería de García Bozano. Librería que es una Institución en La Isla junto a la de la calle Rosario (por cierto que su propietario, Francisco de Paula García Barroso, fue quien encarnó al rey Melchor en la Cabalgata de los Reyes Magos de 2014, en reconocimiento a su constante y abnegada dedicación y a un trabajo ejemplar e incondicional).

Encima de la citada Librería, se encuentra la Casa donde vive, Fernando Mósig Pérez, nuestro todavía joven pero curtido, excelente y sugestivo historiador, autor de numerosos libros dedicados a descubrir las biografías e historias de varias familias isleñas y de otras tantas historias -algunas inéditas- de nuestras queridas cofradías y de  otros tantos Edificios, privados, públicos, civiles, municipales, religiosos y militares. Todos ellos llenos de elocuentes contenidos, escritos con genial maestría tanto por su cuidada prosa como por su exhaustiva investigación. Fernando junto a Juan Torrejón, han sido nombrados recientemente y desde ya por la Academia de Ciencias, Letras y Artes de San Romualdo, para glosar la próxima Efeméride  en el mes de Enero de 2016, fecha durante la cual comenzará los actos del CCL Aniversario de nuestra Ciudad, independizada de Cádiz, tomando el nombre de Ciudad de San Fernando.

Le sigue Molton Body, Viajes El Cortés Inglés en lo que fue las oficinas del Ocaso antes de trasladarse a donde se encuentra hoy. A continuación la casa del que fuera perito municipal responsable de la electricidad de la Ciudad, José Higera y en la planta alta la casa del que también fuera mayordomo del Ayuntamiento, padre de José Luis Cardoso, Graduado Social y Abogado, que tiene su Oficina, en la calle Isaac Peral próxima a la Plaza de Rey.

Finalizando la manzana en el mismo sitio que estuvo la Autoescuela Anglada, que anteriormente fue la confitería San José y hoy Nutrilogic, precisamente en la citada esquina de la calle San José de donde tomó su nombre la citada confitería. Y antes de seguir con la otra esquina. No se puede soslayar o lo que es lo mismo ni pasar por alto, la corta pero importante calle San José, donde existe en su esquina izquierda, una placa colocada el pasado año alusiva al CCXXV Aniversario de la erección canónica de la Esclavitud del Patriarca Señor San José Patrón de la Ciudad.

Y bajando por esa misma acera existía una Boutique de ropas de señoras, regalos y abalorios,  que se llamaba La Cueva, porque estaba instalada en una especie de semisótano. A continuación, Amide, una tienda de materiales eléctricos, dedicada también a reparaciones e instalaciones, que más adelante se convirtió en la Casa del conocido y prestigioso Doctor, Juan García Cubillana, excelente pediatra que atendió a muchas generaciones de niños isleños y también a los niños venidos de afueras de la localidad. Y entre las muchas visitas domiciliarias que hacía diariamente -no pocas veces sin cobrar- y las otras de su Clínica de la calle Tomás del Valle, ocupaba prácticamente la totalidad de las horas del día. No obstante fue capaz de construir una familia de once hijos. La citada Clínica continúa con sus hijos Celia y/o Juan Manuel en la misma línea de su padre, cumpliéndose aquello de dignos hijos de su digno padre. Fue también médico militar y Director del Hospital Naval de San Carlos. Y bajando la calle por su acera derecha, estaba la Comisaría de la Policía y a su frente el popularmente conocido, Comisario Nicomedes.

Plaza de San José

Plaza de San José.

Y al fondo, la recoleta placita que en el centro entonces tenía una alta Cruz (desaparecida) en memoria de los Caídos por la Patria. En dicha plaza también se encuentra la Capilla y Sede de la Hermandad de los Desamparados, en el lateral izquierdo según se traspasa la puerta principal del recoleto Edificio igual que la placita. Y en el lateral derecho también estuvo ubicado durante los años noventa, el Consejo de Hermandades y Cofradías Local. Y al frente el patio del Colegio San José y su acceso  principal al Colegio. Y a ambos flancos de la placita y a la izquierda según se baja el mal llamado Palacio de Justicia, albergando en tan pequeño Edificio por lo que significa, la oficina del Registro Civil en su planta baja y en las plantas de alzadas prácticamente todas las instalaciones del propio Juzgado, incluida en la última planta la Casa del Juez de Turno.

Acceso a la calle Tomás del Valle

Acceso a la calle Tomás del Valle.

Todo lo cual evidencia la necesidad de ampliación o traslado a un edificio más adecuado por la envergadura que ha tomado el juzgado ante una población de casi o de cien mil habitantes. La placita tiene a su izquierda una salida de comunicación peatonal con la calle Dolores, aunque peatonal entran y salen por ella vehículos vía al juzgado. Y a la derecha, otra también peatonal y de particular y bella estampa provista de una escalerita corta precedida de una especie de balconaje con rejas añadida en su parte superior y dos columnas como portada para salvar el desnivel que existe y poder comunicarse con la calle Tomás del Valle.  Y en la fachada redondeada que forma la esquina de la calle San José bajando por su parte derecha con la placita, existe otro mosaico dedicado curiosamente a la Virgen de las Mercedes.

Y volviendo a la Calle Real y ya en la otra esquina, estuvo el Banco Exterior, hoy Notaría de Lucía de la Fuente Quintana, el que fue Banco Hispano Americano y ahora un “Chino” denominado Passion en la esquina de la calle Tomás del Valle con Real.

Edificio del Colegio de La Salle.

Edificio del Colegio de La Salle.

Actualmente dicha calle se ha convertido en -una calle travesía- de los vehículos para cruzar Real a esa altura de un lado de la Ciudad a otro. Y en la otra esquina, el gran Edificio mono-bloque, sólido y compacto de dos plantas de los Hermanos de San Juan Bautista de la Salle, más conocidos en La isla como los Hermanos de la Doctrina Cristiana (Los Hermanitos) otra Institución sin duda que tenemos la suerte de tener aquí. En cuya espléndida fachada hay cuatro placas conmemorativas, cada una de ellas otorgadas por causas diferentes y loables, relativas tres de ellas a la enseñanza. Y una dedicada al sabio matemático, José de la Vega Martínez. Concedidas por el Ayuntamiento.

El citado Edificio contiene como sabemos un Colegio en donde se educaron y se siguen educando varias generaciones ya de adultos que pasaron por él y  de lo cual seguro que guardan un grato recuerdo. Así como una gran parte de nuestros niños actuales que cursan sus estudios allí.  El Colegio en cuestión tiene dos entradas; una trasera por un Callejón expreso sin salida situado bajando por la derecha la calle Tomás del Valle, que conduce directamente al Colegio y otra Principal por la Calle Real. Puerta flanqueada por tres arcos sostenidos por columnas de mármol y bajo ellos, la amplísima casapuerta en cuyo interior se encuentra la puerta de artística greca de sólido hierro  y de cristales de colores que da acceso al interior, al patio, a las distintas instalaciones de la Casa y al Colegio. En una época uno de sus salones a la izquierda de su entrada, fue habilitado por los antiguos alumnos convirtiéndolo en un punto de encuentro con cantina incluida, que fue muy agradable y concurrido durante el tiempo que existió, pero con el paso del tiempo, desapareció. Y a continuación otra Puerta espaciosa donde está ubicada la Capilla Lasaliana…Continuará….

Sobre el autor

- Profesor, articulista y cofrade.

Mostrando 2 comentarios
  1. Leopoldo Guerrero Gallego dice:

    En la casa Zimbrelo de la calle real, viví con mi familia (mi padre José Guerrero Izquierdo) hasta el año 1954, donde nos trasladamos a Madrid. En la parte superior, también vivió el Padre Franco, que murió antes de marcharnos. Mi padre tenía en la parte baja de la casa un negocio de suministros alimentarios llamado Guerrero y Gutiérrez. Es una pena que la derribaran. No se si alguien tiene una foto de la casa de loa años 50. Muchas gracias.

  2. José María dice:

    Sr. Guerrero:
    Disculpe -hasta hoy- no he visto su comentario. Pronto verá como desea la casa de Zimbrelo, que no sólo aparecerá, sino que además incluiré a su familia en los capítulos de omisiones que estoy preparando y en los de fotografías no publicadas. Estoy de acuerdo que fue una pena su derribo. Gracias por su comentario.

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