Feliz Navidad
Debo reconocer que no me entusiasma la Navidad. No es que haya perdido la ilusión por ver a los Reyes Magos o me arañen la mente las canciones navideñas, sino que me resulta muy triste que tengamos que esperar a estas fechas para hacer, decir o amar como deberíamos hacerlo en todo momento. Sin embargo, este año, en vez de quejarme de este hecho, he decidido darle la vuelta y aprovechar que los corazones se nos ablandan para contaros la razón por la que la estoy viviendo con mucha más ilusión.
Acabo el año sintiendo que he tenido mucha suerte. El Universo ha movido sus hilos para llevarme a una clase llena de veinte soles que me llenan cada día de luz. Todos tienen las respuestas que a veces no encuentro, los motivos que en ocasiones necesito para seguir adelante. Salgo de mi casa cada mañana para acercarme a estos pequeños seres que me dan, sin apenas conocerme, el mismo cariño que mis seres queridos. Eso ya es una de las mejores lecciones que aprender. Dar amor a las personas que se acercan a nuestras vidas, independientemente de quienes sean...no hay nada más bello que el amor incondicional de los niños.
Así, estos últimos meses he mirado el mundo con otros ojos. A través de ellos he comprendido que no hay problemas si ves la vida desde la niñez; no hay miedos si entiendes que también ellos se enfrentan, en demasiadas ocasiones, a las mismas batallas que nosotros, ganándolas de la manera más fácil, por el camino más sencillo, sintiendo en vez de pensando, actuando en vez de lamentándose...; no podemos rendirnos cuando son sus miradas las que piden a gritos que les salvemos, que seamos su mejor apoyo y guía cuando no saben hacia donde caminar, pero tampoco debemos equivocarnos creyendo que tenemos ese poder, pues son ellos, en realidad, quienes tienen la brújula perfecta para saber por dónde continuar.
He recibido tantas sonrisas como abrazos, y en ellos he tenido la suerte de sentir la energía positiva recorrer mi alma, sanando cada rastro de dolor que la vida dejó, tejiendo nuevas telas con las que lucir mi mejor expresión, mi mayor ilusión. Las mañanas se llenan de aprendizajes llenos de sinceridad y ternura, de bromas y chistes y, sobre todo, de las ganas de que existan muchos más días de los que poder disfrutar.
Un trimestre, muchos temas estudiados y una gran tarea por terminar. En estas Navidades, mis queridos niños y niñas, me queda sentarme delante de vuestros recuerdos y grabarlos a fuego sobre mi corazón. He dejado en cada uno de vosotros una parte de mí que espero que sepáis rescatar cuando así lo necesitéis; recordad que "para ser feliz debemos comenzar por sonreír". Yo nunca olvidaré que en mí hay, y siempre habrá, un trocito de cada uno de vosotros que para toda la vida me llenará de felicidad.
Hoy además, hare algo que nunca antes hice, y es desear a todos una muy "Feliz Navidad": Feliz Navidad para todas las personas que han aprendido que la vida tan sólo consiste en vivirla; para aquellos que aún están el proceso de entender que la felicidad siempre puede contra cualquier mal. Feliz Navidad para los maestros y maestras que cambian los contenidos por valores, los exámenes por reflexiones y las notas por abrazos; para todos los niños y niñas que hacen que cada uno de los días tengan en su mañana el mejor motivo para nuestro hoy. Este año, para el mundo entero... Dulces y cumplidos sueños.
Que esta Navidad sea el mejor momento para comenzar a soñar.
FELIZ NAVIDAD Y QUE SIGAS REGALÁNDONOS SIEMPRE LO MEJOR DE TI, POR MEDIO DE TUS ESCRITOS.