La caza del voto
A pocas semanas de entrar de lleno en un año electoral por partida doble, los partidos empiezan a perfilar sus estrategias. El circo se pone en marcha y se preparan para demostrarnos, una vez más, lo poco que les importamos el resto de los tres años y medio de cada legislatura. Con una desfachatez por encima de sus propias posibilidades, convierten los meses anteriores a unas elecciones en una auténtica competición de quién es capaz de engañarnos más y mejor.
Hace pocas horas el presidente del Gobierno anunció una nueva subvención para parados de larga duración. Preocupado, ahora, por los desempleados, se le ha ocurrido que a estos no les vendría nada mal unos ingresos. Su preocupación, sin embargo, tiene fecha de caducidad. Ni más ni menos que diciembre de 2015, coincidiendo, qué cosas, con el final de su legislatura. Es decir, ni le importaban antes estos parados que, en la mayoría de los casos, no disfrutaban de ningún tipo de prestación, ni le importarán más allá de las próximas elecciones generales.
A nivel local el PP se ha puesto también manos a la obra, ratificando a Ana Mestre como su candidata a la Alcaldía. Se confirma de esta forma que las decisiones del aparato del partido están muy por encima de la voluntad de los afiliados que, en votación democrática, habían optado por Miguel Ángel Lara como su cabeza de cartel en Sanlúcar.
Hace ahora justo un año del escándalo de los zumos del Banco de Alimentos que se ofrecieron, por parte de ese partido, a periodistas en su sede. Un año sin que nadie haya aclarado nada. La señora Mestre, lejos de depurar responsabilidades en un tema tan sensible, vuelve a incluir a personas que, de forma directa o indirecta, tuvieron que ver con ese lamentable suceso. Sin ir más lejos, la esposa del director de Cáritas Interparroquial de Sanlúcar, Isabel Palma, vuelve a formar parte del equipo de campaña. Vaya por delante la presunción de inocencia de ambos, y la honorabilidad de esa Organización, pero ambas cosas solo se aclaran y se ponen de manifiesto con investigación e información. En cualquier caso resulta curioso comprobar cómo se retroalimentan y solapan los distintos negocios y actividades del bien avenido matrimonio.
Sin abandonar la clave municipal, también se ha hecho público la integración de CIS en C’s, el partido liderado por Albert Rivera. Se quedan por el camino, de esta forma, la ‘I’ de independientes y pierde su valor la ‘S’ de Sanlúcar, al incorporarse a un partido de ámbito nacional. Los resultados electorales dirán si ha sido un acierto o no, pero de lo que no cabe duda es de que la famosa regeneración política no se consigue con el cambio de un logo o de unas siglas. Son las personas las que deben ir dejando lugar a otros. La desprofesionalización de la política debe convertirse en algo obligado. Un servidor participó en la elaboración de un documento en el que se abogaba por limitar a dos legislaturas la ‘vida útil’ de los políticos y a tres en el caso de participar en instituciones de distintos niveles administrativos. Paradójicamente fueron dirigentes de Ciudadanos de Cádiz los que desecharon esta idea, al mismo tiempo que exigían eso mismo a los miembros de otros partidos.
Regeneración, democracia interna, transparencia. Términos que volveremos a escuchar a diario a partir de ahora y que, una vez pasadas las elecciones, se esfumarán cual millones en cuentas suizas.
Son elecciones municipales. Y ahora si la isla tiene el mejor alcalde. La isla con Loaiza va por el buen camino ↗