Fotografía de Marian Gómez Bravo.

La cultura ha rebrotado este fin de semana en una Isla que de nuevo homenajea uno de sus hitos históricos más importantes: el proceso constitucional del Diez.

Entre las muchas iniciativas que conquistan La Isla cada septiembre entre recreaciones, actividades divulgativas y conferencias impartidas por expertos, es particularmente destacable el completo programa de la joven Asociación Histórico-Cultural '24 de Septiembre de 1810', en el cual se circunscribía la obra de teatro 'Anacleto se divorcia' representada este viernes en la Casa de la Cultura de San Fernando. Una sátira sobre la ley de divorcio aprobada durante la II República Española que no dejó indiferente a ninguno de los asistentes que colmaron el salón de actos de este edificio municipal.

La misma pudo realizarse gracias al buen hacer de los integrantes del grupo de teatro 'Colorín Colorado', quienes, bajo las pautas profesionales y la supervisión de su director, Antonio Muñoz Muñoz-Cruzado, improvisaron con un ingenio asombroso tras unos meses de verano en los que el colectivo ha frenado su actividad. Esto, sumado al hecho de que muchos de ellos han estado disfrutando de un crucero durante los quince días previos a la representación, pone de manifiesto la profesionalidad de un grupo amateur que verdaderamente disfruta sobre las tablas. Puede decirse pues que "los escasos ensayos realizado han ido a contrarreloj", indica Muñoz, satisfecho con el resultado pese a su ya conocido perfeccionismo al frente del grupo. Y es que, aunque la obra fuera estrenada en marzo con éxito total en el Real Teatro de Las Cortes, no se ha repetido desde entonces al centrarse posteriormente el colectivo en sus ya tradicionales sainetes cómicos, representados, en muchos casos, con fines benéficos.

Fotografía de Marian Gómez Bravo.

Este grupo de teatro, cuenta el director de teatro, "no han frenado su actividad desde que naciera hace escasos cuatro años". Nueve obras y un total de treinta y cinco representaciones dentro y fuera de San Fernando dan fe de ello. En la mayoría de los casos, todos y cada uno de los miembros tienen su papel, lo cual es un arma de doble filo: ninguno se queda fuera del reparto, pero si alguien falta a los ensayos, los demás no pueden salir del paso. Por suerte, "el gran compromiso de todos los miembros hacen de esta fórmula algo viable", declara Muñoz satisfecho ante el manifiesto amor de sus actores por el arte dramático.

Como cada año, en octubre, comienzan nuevo ciclo. Y éste, en concreto, llegará bajo el paraguas de una gran obra: 'Madre Alegría'. La misma, dice el director, "aúna sentimiento y comicidad" para una historia donde la madre superiora de un convento cría a una niña abandonada que veinte años más tarde recibe la visita de su madre arrepentida. La razón de recuperar este guión escrito por Luis Fernández de Sevilla y Rafael Sepúlveda en los años cuarenta es reunir a todos los actores que han pertenecido en algún momento a 'Colorín Colorado'. "Se trata de un proyecto que nace como homenaje a todos ellos", dice Muñoz, tras leer decenas de obras para dar con una que hiciese posible esta complicada misión. O más bien ilusión. Una ilusión equivalente a la que el curtido actor guarda por dirigir una representación infantil.

Tras el cierre del telón.

Tan estrecha es la relación entre 'Colorín Colorado' y la Asociación 24 de Septiembre, que ésta última decidió crear, hace ya un año, su propia división de teatro. Para diferenciarse de otras secciones, recibe el nombre de 'Las Cortes' y, como no podía ser de otra forma, también está dirigida por Antonio Muñoz. "Los actores, actores son, con independencia del grupo o los grupos a los que estos pertenezcan", agrega este experto en el arte del teatro, cuyos orígenes se remontan muchos años atrás. En concreto, al movimiento teatral fundado en La Salle hace más de cuarenta y que marcó un hito en la historia de La Isla por incluir mujeres en su actividad artística, algo terminantemente prohibido por las instituciones educativas de la época. Uno de sus principales referentes fue José Alconchel, "alma y vida del Teatro en San Fernando a quien, particularmente, desearía rendir homenaje próximamente", concluye Muñoz al repasar algunas de sus memorias. Recuerdos que verbaliza con nostalgia a la par que asegura reservarse más de una sorpresa en la recamara.