Publicado el: Jue, 19 Dic, 2013
Opinión

Ameneide

Digital StillCamera“Y si a Holanda se fue, de Holanda trajo una palabra que ha entrado de lleno en el léxico de la carga de la Isla por derecho propio. En esas horas agridulces de la madrugada nazarena, el cambio era tan brusco que se le cruzaban los cables de tal forma que cuando el mayordomo daba el tercer toque del llamador para parar el paso, después de una larga trepá, decía en un holandés con acento cañaílla: ¡¡Ameneide!! ¡¡Ameneide por igual!! Y las cuatro patas golpeaban al mismo tiempo el suelo. Era su forma de decir fondo.”

   Ameneide es palabra utilizada por los cargadores con el mismo significado de fondo: “parada del paso apoyando las patas en el suelo, para que descansen los cargadores”, y que fue empleada por primera vez, podemos decir que inventada en un momento de pasión, por un cargador de la cuadrilla del capataz Carrillo que emigró a Holanda, y que a su entender del difícil y extraño idioma del nuevo país, su significado representaba poner las patas en el suelo. Bernardo Ramírez Papardi, voz de cabeza en los pasos de Cristo, generalizó su empleo entre los hombres que llevaban la voz.

Papardi falleció en noviembre del año 2013 y dejó una larga relación de anécdotas entre las que figuran las flores que entregaba a la viuda del General Varela a la salida de la Virgen de la Soledad a cambio de un sobre con una propina para los cargadores, o sus conocidas venidas de Holanda para sacar el Nazareno y volverse a las pocas horas a la tierra de los tulipanes.

Una menos conocida que no me resisto a dejar de relatarla, es reflejo de su personalidad, símbolo de fuerza y poderío. Una noche de jueves santo llegó a la Iglesia Mayor a sacar al Nazareno, encontrándose que un hombre que venía de promesa había amarrado la almohada en su pata, quitándole el sitio que le correspondía. Papardi en lugar de indignarse y armar revuelo, se dirigió calmoso al individuo y sin acritud le dijo:

- Te permito que te quedes cargando en mi sitio, si consigues hacer lo mismo que yo -eran las horas previas a las dos de la madrugada y bajo las andas solo quedaban algunos cargadores rezagados que amarraban las almohadas-.

Papardi se colocó en medio del primer palo, metió el cuello en la madera y él solo levantó el paso. Lo aguantó unos segundos y volvió a apoyar las patas delanteras en el suelo.

- ¡Ahora tú! –le dijo al hombre que había observado sorprendido el titánico esfuerzo realizado por aquel gigante.

Ni lo intentó. Desamarró la almohada y sin decir palabra, salió atropelladamente en busca de la puerta trasera del templo.

La palabra ameneide la he buscado en diccionarios de holandés y no consta como tal. Así que quizás, su fonética deformada por el desconocimiento del idioma diera origen a una palabra de significado desconocido e imposible traducción, y a pesar de ello ha pasado a formar parte del argot de la carga por derecho propio.



 

Sobre el autor

- Alberto Salas Sánchez, es autor de los libros Cargadores de la Isla, (Historia, tradición y anécdotas) y Anecdotario comentado de Semana Santa. Ha ejercido como cargador durante 26 años perteneciendo a las Cuadrillas de Nicolás Carrillo, Mater Amabilis y Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC). En la actualidad es capataz de la JCC.

Deja tu opinión

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>