Salva Ballesta formó con una alineación que presentaba la principal novedad de Jon Ceberio. Perales ocupaba la portería, Ayala, Farrando, José Carlos y Lanchi se repartían en la línea de cuatro. Ceberio, Caballero y Bicho se encargaban de la sala de máquinas, mientras que Gabri Martínez y Biabiany caían a las bandas para dejar la punta del ataque a Rubén del Campo.

El partido arrancó sin dominador claro, con ambas escuadras estudiándose y marcando el golpe. Fer Ruiz remató desviado tras un centro desde la derecha (5’) y Biabiany anotó un gol invalidado por fuera de juego de Rubén del Campo, asistente del francés en el primer aviso azulino (6’).

Gabri Martínez, muy incisivo en los primeros compases por izquierda, pareció renqueante y necesitó asistencia médica, pero pudo continuar en el terreno de juego para alegría de una afición volcada con el futbolista catalán (10’). No había ocasiones reseñables en los primeros compases. Los defensas se imponían a los ataques hasta que una genialidad de Bicho decantó la balanza y activó el huracán azulino.

El gallego filtró un pase interior precioso a pies de Biabiany, que, muy generoso, cedió el gol en bandeja a un Rubén del Campo preparado para inaugurar el marcador (25’).

El gol dio alas a un San Fernando que se sentía cómodo, con confianza e intensidad. José Carlos, con un zurdazo de volea, acarició el segundo tanto de la contienda, pero su remate se estrelló en la madera (28’).

La intensidad y el buen juego  de los isleños encontró premio en el 35’, cuando Jon Ceberio tapó el desplazamiento en largo de Juanma Marrero y el rechace fue capturado en zona de tres cuartos por Gabri Martínez, que le ganó la partida a Sotillos y fusiló con un tiro ajustado al portero.

Era el 2-0 y la confirmación de que el SFCD hoy estaba inspirado. Los cañaíllas apenas concedieron ocasiones de peligro (Perales acertó a despejar un remate en de Barbosa en la recta final del primer tiempo) y tuvieron efectividad de cara a gol.

En la segunda mitad, lejos de conformarse, el San Fernando deleitó con buen juego y acercamientos sobre el área enemiga a una afición que disfrutó de lo lindo. Javi Navarro sustituyó a Gabri Martínez en el 57’ y, apenas tres minutos más tarde, Biabiany levantó al público tras una galopada que finalizó con un centro al que Rubén del Campo dio continuidad cediendo a Bicho, que acabó jugada con un remate a saque de esquina.

El recién entrado Javi Navarro tuvo el tercero de cabeza, pero su testarazo se marchó desviado por poco (61’). También la tuvo Rubén del Campo, que acudió al primer palo para remachar un centro raso de Biabiany y estuvo a punto de ganarle la partida a Dani Hernández  (67’).

Precisamente, ambos atacantes fueron reemplazados en el 70’. Rodrigo Sanz y Raúl Caballero ocuparon sus puestos y tuvieron un gran protagonismo en la magnífica recta final azulina. Navarro realizó una bonita acción personal con control y remate en el 71’ que acabó en las manos del guardameta y Sergio Ayala ganó a todos por arriba a la salida de un córner para enviar el esférico ligeramente por encima del larguero (72’)

En el 75’, Marcelo y David Ramos fueron las piernas frescas elegidas por el banquillo para buscar la sentencia que acabaría llegando en el tiempo añadido. El broche de oro lo puso Raúl Caballero, con un exquisito lanzamiento de falta desde la frontal que llevó el delirio a Bahía Sur.

Victoria solvente y cómoda ante un aspirante al ascenso. Portería a cero y piña final tras el gol del ariete marteño. Fiesta en la grada con récord de asistencia. Mejor imposible. Tres puntos muy importantes para llegar al parón en novena posición con 15 puntos.