Dos militares destinados en San Fernando salvan la vida a un hombre tras convulsionar
En el día de ayer la sargento alumno de la Armada María del Carmen Montes de la Escuela de suboficiales de la Armada y el Cabo de Infantería de Marina Francisco Clavijo destinado en la Brigada de Infantería 'Tercio de Armada' asistieron en la estación de tren de El Puerto de Santa María a un hombre que había perdido la consciencia.
Eran las 6:50 horas, la sargento se disponía a sacar el billete de la máquina expendedora cuando un hombre de avanzada edad que estaba en la taquilla se desmayó y empezó a convulsionar. La gente que estaba alrededor se dispersó y nadie lo atendía, por lo que la sargento lo puso en posición de seguridad, le tomó el pulso comprobando que cada vez era menor y observó cómo se iba poniendo morado. Ante esto le desabrochó la ropa y comenzó con la técnica RC, en ese momento solicitó ayuda para avisasen a la ambulancia y le acercasen el desfibrilador semiautomático (DESA). El Cabo Clavijo, compañero de la sargento llegaba en ese momento y le apoyó en la reanimación hasta que hicieron acto de presencia los servicios sanitarios. Ambos se turnaron para la reanimación y en aquel instante se dieron cuenta de la importancia de recibir la capacitación necesaria para actuar en estos casos.
Después de casi media hora con el accidentado lo importante era poder estabilizarlo por lo que no dudaron en perder el tren y llegar a sus unidades, donde dieron la novedad de lo ocurrido.
Una vez estabilizado y consciente fue trasladado en ambulancia al Hospital de Puerto Real.
El infante de Marina que auxilió a la sargento, está adiestrado en técnicas de TCCC (tactical combat casuality care) y la sargento alumno, durante los cuatro primeros meses de formación, había recibido por parte del teniente del cuerpo militar de sanidad Francisco Javier Nieto, formación específica de primeros auxilios que contemplaban la reanimación cardio pulmonar.
Ambos coincidieron en la 'Operación Sophia' donde recibieron varios talleres sanitarios, ella como integrante de la dotación del BAC Cantabria y él como miembro del Equipo Operativo de Seguridad.
A todo esto se le añade el hecho que la Escuela de Suboficiales de la Armada cuenta con el certificado 'Zona Cardiosegura 061' y está equipada con tres desfibriladores semiautomáticos.
Tanto los alumnos como la dotación de la Escuela reciben adiestramiento en el uso de dichos desfibriladores, así como en técnicas de reanimación cardio pulmonar, resaltando así la importancia de estas técnicas tanto en el ámbito militar como en la vida cotidiana.