El Martes Santo lució en todo su esplendor hasta que la lluvia volvió a aparecer
Foto. Antonio Quintero.
El Martes Santo isleño comenzaba puntual. A las 17.45 horas se abrían las puertas de la Parroquia de San José Artesano para dar salida a la Cruz de Guía de la Hermandad de Prendimiento, una de las 'jovenes' de la Semana Santa isleña que este año estrenaba el dorado del canasto frontal del paso de misterio, el mismo que, bajada la rampa de acceso a la iglesia, lo giraron hacia el Cementerio Municipal y bajo los sones de 'La muerte no es el final' hizo un pequeño responso para los isleños e isleñas que lamentablemente ya no están entre nosotros. La Virgen del Buen Fin, exornada con flores tonos rosas en señal de apoyo a las mujeres que padecen cáncer de mamá, ponía rumbo hacia el centro pasadas poco más de las 18.30 horas.
En ese momento, la hermandad pastoreña de Oración en el Huerto se abría paso entre la población que se encontraba presente en la Plaza de la Pastora y enfilaba Marconi para adentrarse poco a poco camino de Carrera Oficial. El paso de misterio estrenaba las túnicas bordadas para los Apóstoles, mientras que María Santísima de Gracia y Esperanza Coronada iba engalanada con flores de colores blancos y un estilo de carga exquisito de manos de la JCC.
La Hermandad de Caridad se ponía en carrera a las 19.00 horas. El único paso con que cuenta esta hermandad, que poco a poco continua avanzando en su fase de plateado, se adentraba por la Alameda Moreno de Guerra en busca de la Carrera Oficial, donde llegó dentro de su horario establecido.
Alrededor de las 21.30 horas la jornada vivió un cambio radical, una leve llovizna hizo que las hermandades isleñas aumentarán el ritmo de sus cortejos. Caridad decidió no girar hacia las Siete Revueltas y continuar por la calle Real dirección a la Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco, donde se recogió sobre las 22.30 horas.
Prendimiento y Oración en el Huerto hicieron lo propio en su itinerario, aumentaron el ritmo de su marcha, pero respetando su itinerario establecido, recogiéndose cada una antes de sus horarios.
Un Martes Santo que empezó de manera brillante, y donde el tiempo quiso ser protagonista de manera sorpresiva en el tramo final del día.
