El gran pacto
Las citas europeas de nuestros políticos se están pareciendo cada vez más a los derbis Madrid-Barcelona; cada encuentro es el partido del siglo, cada cita es la más importante. Bajo esa premisa y con la intención de vendernos la trascendencia del próximo Consejo Europeo, Rajoy y Rubalcaba sellaron un pacto al que más tarde se unirían CC, UPN, CiU, PNV y UPyD mostrando una unión sin precedentes para no dejar escapar el suculento botín: 6.000 millones de euros para combatir el paro juvenil más otros 10.000 millones adicionales que se destinarían a mejorar la competitividad.
Este pacto se ha realizado, según nos cuentan, para defender los intereses de España en Europa, y justo ahí tenemos a la madre del cordero. ¿Coinciden los intereses de España con los intereses de sus ciudadanos? El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas nos muestra, y también muestra a nuestros políticos, cuáles son las preocupaciones de los españoles. El paro, la corrupción, el fraude y la crisis copan los primeros lugares mes tras mes, por tanto, los intereses de los ciudadanos son esos. Sin embargo nuestros gobernantes -los de ahora y los anteriores- se empeñan en obviar estos datos y se afanan en arreglar “los intereses de España”, o dicho de otro modo, sus propios intereses.
Sanear la banca, tener contentos a los mercados, ayudar a las empresas para que puedan despedir cada vez con más facilidad, recortar en servicios básicos y esenciales o tapar sus propios escándalos financieros son bajo su particular punto de vista los intereses de España. ¿Quién garantiza a nuestros socios de la UE y a los propios españoles que esa lluvia de millones irá destinada en su totalidad al fin para que fue aprobada? ¿Lo garantizará el PP de Bárcenas? ¿El PSOE de los ERE? ¿Garantizarán los sindicatos que del dinero que reciban para formación de nuestros jóvenes no se perderá gran parte por el camino?
“La soberanía nacional reside en el pueblo español”, podemos leer en el artículo uno de nuestra constitución. La soberanía total, no solo de territorios, añado yo, por lo que hasta que no muestren nuestros representantes el mismo empeño y la misma unión para eliminar los obstáculos para que las empresas puedan crear empleo de calidad, hasta que no obliguen a la banca a destinar el dinero recibido a las familias y pymes, hasta que no ultimen una Ley Antidesahucios que no deje a las familias en la calle, hasta que no acaben con la corrupción en sus partidos y sindicatos, en definitiva, hasta que no se preocupen por los intereses de los ciudadanos, este pacto europeo no será más que un enorme engañabobos.