Va por ellas, y por vosotras, y por ti
Va por Sofía Ionescu-Ogrezeanu, una de las primeras neurocirujanas del mundo. Por Rosalind Elsie Franklin, química, que consiguió las primeras imágenes de la molécula del ADN, descubridora entonces de su forma y su estructura, imprescindible para que la genética lograra avanzar como lo ha hecho. Por Hedy Lamarr, actriz norteamericana que creó un sistema de codificación de transmisores que luego se acabaría convirtiendo en un sistema de sistema de comunicación inalámbrico, hoy conocido como WIFI. Por Celia Sánchez Ramos, farmacéutica, que creó una forma de reconocimiento biométrico tomando como referencia la estructura corneal y que hoy en día se utiliza en los edificios como uno de los mejores sistemas de seguridad.
Va por Fátima El Fihria, fundadora del primer centro de estudios superiores del mundo, la universidad más antigua, situada en Fez. Una rica heredera que dedicó a ello toda su fortuna. Por Marie Gouze, conocida como Olympe de Gouges, que a finales del siglo XVIII escribió el primer texto - la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana- que reivindicaba la igualdad jurídica y legal entre hombres y mujeres. Activista vocacional que luchó y defendió los derechos de la mujer y por la opresión de la clase trabajadora. Por Ángela de Robles, que diseñó la primera enciclopedia mecánica para facilitar el estudio, adaptándola a cada nivel de estudiante, dotándola de luz, la evolución de su idea ha acabado en lo que hoy se denomina libro electrónico.
Va por Radia Joy Perlman -la madre de internet- pionera en la creación de software tales como el STP (Procotolo Spanning Tree) imprescindible para el funcionamiento de las redes informáticas. Por Evelyn Berezin, física e ingeniera informática, que diseñó uno de los primeros procesadores de texto. Por Maria Cunitz, astrónoma, que realizó los cálculos de la posición de los planetas en el espacio y que creó tablas para el cálculo de la posición y el momento de los eclipses. Corrigió datos erróneos de Johanes Kepler que, sin embargo, es una figura mucho más reconocida.
Va por Amelia Earhart y su vuelo por el Atlántico, por Diotima de Mantinea, por Elisa Leonida Zamfirescu, la primera mujer ingeniera, por Juana de Arco, por Maria Sklodowska y sus dos premios Nobel, por Mata Hari, Teresa de Calcuta, Benazir Bhutto y Cecilia Böhl de Faber, y por todas aquellas que no me caben en el texto y que fueron origen de tantas y tantas mujeres valientes. Va por ellas, va mi homenaje también por vosotras que seguís luchando cada día. Vaya también por mi hija Ana, para que las tome de ejemplo cuando le falten las fuerzas.