Escrito de ausencia
Si yo pudiera tomar tus manos de nuevo igual que tantas veces las agarré y apretarme con ellas lo que me queda de corazón. Si yo pudiera oír otra vez esas palabras que fueron tuyas, que tanto bien me hicieron y traspasaron esta memoria que aún las recuerda. Y si yo pudiera besar el hueco que queda donde tú estabas y ya no estás, ese vacío que ya se ha hecho infinito y eterno, por más que el tiempo pase, por más que los años hayan seguido como si no hubiese pasado nada.
Echo de menos tu cante jondo que, como un suspiro, se me clavaba tan dentro que se transformaba en llanto, o en alegría, dependiendo sólo de la manera en que tu voz y tu manera de sentir lo interpretara.
Te tengo tan presente llenando esta noche, como otras tantas noches, que sin embargo parece que estás aquí. Pero aquí sólo está tu ausencia. Esa ausencia que me rodea y te reconstruye en cada momento, en cada gramo de día, en cada sístole y diástole, en cada lágrima que todavía aparece, de vez en cuando, cuando me recreo en el nicho que, desde entonces, es tu imagen.
Desde entonces, desde cuando tu cuerpo se fue de mi lado, lamento a lamento, desde cuando aquel calor incesante y asesino que te cortó el aire.
Ausencia de tu carne y de tu risa, de tus lamentos, de tu lucha infatigable, de la eterna esperanza de siempre. Ausencia de tus pies sobre la tierra, de esos pies que dejaron una huella que es tu única presencia todavía. Ausencia de los besos que quedaron pendientes, de la sangre de tu sangre que sólo sabe de ti de oídas, que ni tan siquiera puede imaginarte. Ausencia, letanía de recuerdos. Ausencia.
Y si tu pudieras, sé que cambiarías este doloroso silencio que empaña tu recuerdo, este anhelo de verte, esta certeza de saber que es imposible, estas ganas de ti, estas ganas de hablar, estas ganas de esas historias tuyas que todavía hacen eco en mi alma y me evocan a esa niñez que, entonces, irónica vida, no le daba importancia, porque entonces parecías eterna.
Si yo pudiera evocar de nuevo tu nombre, ese nombre hecho a tu medida, ese nombre que se hizo tu adjetivo, ese nombre que ahora me trae también este dolor que en noches como esta me hace recordarte. Si yo pudiera madre…Dolores…Lola, asomarme una vez, sólo una vez al menos al hueco en el que estás, donde quiera que sea, te haría otro homenaje mejor que el de estas palabras insuficientes.
Si yo pudiera tomar tus manos también, como no las agarré nunca, limpiaría mi corazón con su grandeza.
Me producen sentimiento cada uno de tus textos, sigue escribiendo con tanto amor❤️