¿Caso, leyenda o mito?
Dicen que el tiempo sana las heridas, pero también transforma el punto de vista. Quizá, sea el mejor maestro para examinar cada caso y ascenderlo al escalafón que sea adecuado.
Es por esto que, el primer peldaño en el mundo paranormal, podría ser el denominado “caso”. Es decir, cuando recientemente sucede “algo” inexplicable y los testigos lo difunden por diversos motivos. Podríamos albergar aquí a Las caras de Bélmez, o el famoso Expediente Vallecas.
El siguiente nivel sería el de las “leyendas”. Aquí entrarían esas historias que nos cuenta la gente, donde los años bailan, los personajes cambian de nombre; o ni los tiene; y la realidad comienza a fundirse con la ficción. Los testigos hacen años que han muerto, incluso varias generaciones posteriores. En muchos casos, se desconocen si existen familiares lejanos con vida, y a veces ni importa, ya que la ficción se come a la realidad. Es por eso, y por el juego de la narrativa, que las leyendas se repiten en diversos lugares. Podríamos calificar como leyendas las historias de La niña de Dolores, La casa de los espejos, La fantasma del Pay-Pay…
Y el último escalón es para el “mito”. Podríamos definir el mito como esas historias con una estructura narrativa que nos quieren transmitir una explicación, o un consejo. En este caso, las historias son tan lejanas que se transmiten por generaciones, dejando mucha fantasía, e incluso folklore, más que realidad. Si el boca a boca exagera las historias; como les pasan a las leyendas; los mitos están más en el imaginario popular. Aquí importa más el fantasma, o criatura, que los testigos, y suelen aparecerse pese al tiempo, y al lugar. Mitos son La Llorona, El Charro Negro, La Santa Compaña, La Chica de la curva, La Dama Blanca…
Pero, como a mí me gusta, a estas tres categorías se les pueden buscar fácilmente sus vulnerabilidades para contrarrestar la fiabilidad de cada una de ellas, a la hora de evaluar la posible veracidad que rodea el mundo paranormal.
Cuando un grupo serio investiga un caso, normalmente suele ser una vivienda, muchas dudas rodean al misterio. ¿Sugestión? ¿Desequilibrio mental? ¿Fantasía? ¿Problemas en la instalación eléctrica? ¿Problemas arquitectónicos? ¿Pareidolia? En caso de posesiones demoníacas, la historia ha demostrado que las enfermedades mentales, y del sistema nervioso, son las principales causantes de estos síntomas. Pese a todo lo argumentado, siempre queda ese porcentaje donde la razón y la lógica no encuentran su lugar.
Las leyendas son el comodín de los grupos de investigación, ya que gran parte de ellas son en sitios abandonados de fácil acceso, o en instituciones públicas, y dan mucho juego. Pero hay que recordar que la mayoría de ellas se contaban para evitar que las personas no se acercaran a diversos lugares. Normalmente, los contrabandistas, o unos amantes, difunden los rumores para facilitar así el pillaje, o el encuentro pasional. Sin embargo, no siempre es así, y algunas veces; ya sea casualidad; aparecen pruebas muy interesantes sin explicación aparente.
Por último, sobre los mitos, es más complejo indagar en ellos. Por desgracia, muchos tienen sus orígenes en las religiones, en la cultura, en la tradición, en la literatura… Hay demasiados testimonios, pero muy pocas pruebas. Tal vez, es el talón de Aquiles del mundo paranormal, ya que es el más atractivo, pero, al mismo tiempo, el más discutido.
Este fenómeno es muy interesante. Muchos casos de hoy en día; como el famoso Caso Malasaña; con el pasar del tiempo, la historia irá pasando de boca en boca, exaltando los sucesos, y acabará transformada en un mito para nuestros futuros descendientes.