Foto, Turismo Observación.

Atrás quedó el 2020.

Nada más que decir de él, solo tener presente todo lo que se llevó, y el dolor que nos dejó.

Hace pocos días amaneció este 2021, que tantas dudas nos sugiere.

Se está intentado, se están buscando posibles encuadres, que sean compatibles, con esta enfermedad. Muchas familias gaditanas sustentan sus recursos, en la inmensa carga de trabajo, que el carnaval genera; El golpe de gracia que está a punto de darnos esta pandemia, va a hacer estragos….

Sí. Trabajo y riqueza. Porque, aunque una parte de nuestra ciudadanía, siga pensando, en los flojos borrachuzos dados de baja por el artisteo, nada más allá de la realidad. La mayoría de componentes pagan de su bolsillo esta bendita afición. El resto, bien pocos, solo sacan provecho a unas cualidades vocales, musicales, e, interpretativas, que quisieran para sí muchos “artistas profesionales “hartitos de ganar dinero, con menos calidad, ingenio y arte que un cangrejo zapatero chiguato.

Nuestros magníficos artesanos. Esos que cuando sale un grupo al Falla y decimos desde arriba, no vea, que bonito, lo sufrirán en primera persona. Sin esa carga de trabajo se verán obligados a girar una vez más la tuerca, para salir adelante.

Nuestra hostelería…ahora los apestados de la sociedad, son otros de los que llevan aguantando el techo de ladrillo por tablas, muchos meses, y un febrero sin Carnaval va a ser muy, muy duro.

El horizonte, se presenta muy complicado. El tiempo barrunta vendaval, y a todos nos va a golpear.

Lo importante es la salud. Totalmente cierto. Nada más ver, los estragos de esta tercera ola, convertida en tsunami; pero el daño que va a dejar, en muchas familias humildes, achicando agua, que ya les llega al cuello, es un escenario, cuando menos terrible.

Las coplas son, como una gota que se escapa por cualquier poro. Muy difícil de parar. Volveremos a las calles, volveremos a disfrutar de ellas. Y, aunque nos haya tocado vivir, un episodio muy oscuro, del cual, va a llevar mucho recuperarse, la luz, volverá a brillar, aunque por desgracia, no para todos.

Cuídense, y cuiden de los demás.