El Ayuntamiento isleño sigue sin poner en marcha la estación de autobuses de La Ardila tras 2 años
Construida en 2017 por la Junta de Andalucía, las instalaciones están degradándose por la falta de uso y mantenimiento.
¿Por qué no entra en funcionamiento la estación de autobuses de La Ardila? Esta es la pregunta que realiza el PP isleño a la alcaldesa socialista, Patricia Cavada, al cumplirse tres años de la finalización de su construcción.
“Desde septiembre de 2018, no existen noticias respecto a estas obras ejecutadas por la Junta de Andalucía y finalizadas en 2017”, apunta el presidente local y portavoz municipal del PP, José Loaiza.
La Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento de San Fernando aprobó en junio de 2018 el acta para la cesión al consistorio del uso y mantenimiento del intercambiador de la Ardila, equipamiento ejecutado por la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía para favorecer el trasbordo modal entre la parada del tren tranvía anexa, y que permite un apeadero de autobuses gracias al aparcamiento disuasorio integrado en dicho espacio.
Apenas tres meses después, en septiembre de ese mismo año, el Ayuntamiento seguía sin recepcionar este nuevo equipamiento achacando el retraso a la “existencia de inesperados problemas de índole administrativa” que estarían solucionados “en una semana”, como aseguraron la propia alcaldesa y el entonces delegado territorial de Fomento, Federico Fernández, actualmente en nómina municipal como personal de confianza de la alcaldesa socialista.
“Queremos que el gobierno municipal informe del motivo que impide la entrada en funcionamiento de la estación de autobuses, unas instalaciones que continúan degradándose por la falta de uso y mantenimiento”, pidió Loaiza.
Responsabilidad municipal
El intercambiador de La Ardila, supuso una inversión de 181.500 euros por parte de la Agencia de Obra Pública y consta de un edificio modular de 50 metros cuadrados para servicios y sala de espera, así como de un parking disuasorio de 107 plazas para turismos y 14 para taxis, está llamado a configurarse en un espacio de centralidad para la combinación del transporte público en el municipio, al integrar en un mismo emplazamiento la parada del tren tranvía del mismo nombre, el apeadero de autobuses interurbano y el referido estacionamiento disuasorio para vehículos privados y taxis.
El Ayuntamiento de San Fernando tiene que dotar del mobiliario necesario al edificio modular -actualmente vacío-, implantar la marquesina prevista para las tres dársenas, así como la señalética de toda la instalación. Igualmente, el consistorio es el encargado de la contratación de los servicios y suministros que requiere su funcionamiento.