Elcano mantiene viva su fe y tradición en una procesión única sobre cubierta - Navegantes de las Américas

El Juan Sebastián de Elcano honra a la Virgen de la Soledad con una solemne procesión en alta mar

La emotiva procesión de Nuestra Señora de la Soledad: una tradición que navega con el buque

Antes de atracar en aguas peruanas, el buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano volvió a cumplir con una de sus tradiciones más solemnes y emotivas: la procesión de Nuestra Señora de la Soledad, patrona del navío. Un acto cargado de simbolismo, que se celebra a bordo y que, incluso durante el año más duro de la pandemia, fue la única procesión realizada en toda España.

En cubierta, en un ambiente de profundo respeto y recogimiento, los guardiamarinas vestidos con su característico uniforme de “catorce botones” lideraron la comitiva. El primero de ellos porta una cruz, seguido por sus compañeros que marchan en fila de a dos, portando sus sables al hombro en señal de reverencia.

A corta distancia, cuatro miembros de la dotación o guardiamarinas cargan sobre sus hombros el pequeño paso de palio que sostiene la talla de la Virgen. La imagen avanza lentamente, rodeada por el resto de la dotación, el páter del buque y el acompañamiento musical a cargo de la banda de Infantería de Marina, que interpreta con solemnidad la marcha Mater Mea.

El recorrido, aunque breve, resulta profundamente simbólico para los hombres y mujeres que viajan a bordo del Juan Sebastián de Elcano. Es un momento de unión, fe y tradición que conecta el pasado con el presente, recordando el espíritu que guía a esta emblemática embarcación en cada una de sus travesías.

Con esta procesión, el Juan Sebastián de Elcano reafirma una vez más que su viaje no solo es geográfico, sino también espiritual y cultural, llevando consigo el legado naval y las tradiciones de España allá donde toca puerto.