Cruel revés para un San Fernando CD que mereció mucho más en Estepona

El San Fernando CD vivió este domingo una de esas tardes en las que el fútbol muestra su rostro más cruel. En el estadio Francisco Muñoz Pérez, los azulinos firmaron un partido de entrega, valentía y buen juego, pero tuvieron que regresar de vacío tras una derrota tan injusta como dolorosa. Un penalti en el minuto 78 y un contragolpe fulminante apenas un minuto después dejaron helado a un equipo que mereció mucho más.

Desde el pitido inicial, el San Fernando CD tuvo que remar contracorriente. Una lesión inesperada de Germán durante el calentamiento obligó a reestructurar la defensa, pero esto no frenó a un grupo que salió al campo con el corazón por delante. Vander, con su habitual instinto goleador, estuvo a punto de inaugurar el marcador tras un pase de Julio Iglesias en el minuto 7. El equipo crecía, ganaba metros y dejaba claro que no había viajado a Estepona para ser un invitado más.

La desgracia volvió a golpear en el minuto 28 con la lesión de Omar, pero Chata, que entró desde el banquillo, aportó calidad y descaro. Estuvo cerca de adelantar a los isleños con un disparo potente que obligó al portero local a lucirse. El descanso llegó con un San Fernando que dominaba el juego, las sensaciones y el pulso emocional del partido.

En la segunda mitad, el equipo isleño desató una tormenta ofensiva. Ángel sostuvo al equipo con una doble parada espectacular en el minuto 50, y a partir de ahí, el asedio fue total. Julio, Vander, Rafa de Vicente… todos rozaron el gol, que no terminaba de llegar.

En el minuto 78 llegó el mazazo: una contra, un leve contacto, y el árbitro señaló penalti. Jorge García no perdonó desde los once metros y el Estepona se puso por delante. Sin tiempo para reaccionar, llegó el golpe definitivo: una contra rápida, un pase letal y Davo sentenció. En apenas dos minutos, todo lo construido con tanto esfuerzo se derrumbó como un castillo de naipes.

El San Fernando no bajó los brazos. Juampa y Manel intentaron dar un nuevo impulso, pero el destino ya había dictado sentencia. La derrota, más amarga que nunca, deja al equipo con 35 puntos y en posición de *playout* a falta de dos jornadas.

Antonio Quintero