La Isla se prepara para poder responder mejor a las lluvias torrenciales y otras posibles emergencias
Tras la primera jornada de análisis y trabajo técnico, la próxima semana se trasladarán las primeras conclusiones y líneas de actuación a las entidades vecinales y colectivos de las zonas más vulnerables de la ciudad ante estos episodios.
El Ayuntamiento de San Fernando ha celebrado esta semana la primera de las reuniones técnicas planificadas para poner en marcha medidas a corto y a largo plazo encaminadas a mejorar la capacidad de respuesta de la ciudad ante los episodios de lluvias torrenciales, cada vez más frecuentas a causa del cambio climático. Las primeras conclusiones extraídas serán trasladadas la próxima semana a las entidades vecinales y colectivos de las diez zonas más vulnerables ante este tipo de situaciones que han sido identificadas en la localidad.
Como se recordará, San Fernando ha sufrido en el último mes dos episodios de lluvias torrenciales particularmente anormales (se consideran así cuando superan los 40 litros por metro cuadrado), concretamente el pasado 12 de octubre y el día 31 de octubre, cuando la DANA azotó de manera importante distintos puntos del país. Se da la circunstancia, además, de que las precipitaciones del 12 de octubre coincidieron con una marea alta de un coeficiente elevado, generando una situación especialmente alarmante.
Tal y como se ha demostrado con la DANA, las ciudades no están preparadas para responder ante las situaciones de emergencia que se vienen produciendo, especialmente ante las lluvias torrenciales. Se han hecho evidentes carencias importantes tanto en lo que respecta a elementos de disuasión y para ser más eficientes en la evacuación de aguas, pero también en lo que respecta a los recursos técnicos y humanos para combatir este tipo de emergencias.
En este sentido, el gobierno local ha aseverado que “San Fernando tiene claro que va a responder haciendo todo lo posible”, por lo que se están dando ya los pasos necesarios para “estar preparados lo mejor posible y en el menor tiempo posible para atender a estas situaciones”.
Por ello, tras los dos últimos episodios de lluvias se anunció por parte del equipo de gobierno el impulso a una serie de encuentros con técnicos, expertos y empresas especializadas a fin elaborar un dossier de actuaciones que recoja soluciones y medidas a corto, medio y largo plazo que se puedan adoptar en la ciudad para mejorar la capacidad de contención ante lluvias y temporales de alta intensidad como la DANA, especialmente de las zonas con más problemas de la ciudad.
Así, el pasado martes se celebró la primera de estas reuniones con asistencia de técnicos municipales de Medio Ambiente, de Urbanismo, de Mantenimiento Urbano, técnicos de edificios municipales, limpieza, del servicio eléctrico, así como de la empresa del servicio municipal de agua y alcantarillado.
Zonas sensibles
En dicha reunión se analizó, en primer lugar, las zonas más vulnerables o con mayor riesgo de acumulación de agua. Definiéndose para ellas estrategias y soluciones diferentes. La Almadraba en la parte más cercana al Cerro, Buen Pastor en la zona más cercana a la rotonda del Salinero, algunos patios muy concretos en la zona de la barriada Bazán, la calle Cornelio Balbo, la avenida de la Constitución con carretera de Batería de La Ardila en la rotonda de Bomberos, la avenida Pery Junquera en su conexión con algunas calles con grandes bajadas de agua, la zona de San Marcos, Autobuses Rico y El Boquete, así como algún punto muy concreto de La Casería.
Se trata de diez puntos muy específicos de la ciudad, cada uno de ellos con una singularidad diferente y una respuesta diferente, si bien todos se ubican en las zonas más bajas de la ciudad. San Fernando es una isla con una orografía con unas áreas bajas más cercanas al mar, que son las más inundables por la acumulación del agua de lluvia y la de las zonas más altas que terminan en estos puntos por escorrentía.
En la reunión se determinó que dichos puntos son las áreas prioritarias de actuación preferente para el corto plazo, planteándose también acciones a largo plazo para solventar estas situaciones.
Asimismo, en el encuentro se determinó la importancia de impulsar el Plan Municipal de Emergencias que está ahora mismo en contrataciones, así como mejorar el protocolo de actuación ante lluvias torrenciales que se articuló a raíz de las precipitaciones del pasado 12 de octubre. Dicho protocolo se diseñó para dar una respuesta más eficiente en los puntos más vulnerables, reforzando la presencia de medios y de personal.
Acciones a corto plazo
En este contexto, y analizando también el comportamiento de las lluvias del pasado 31 de octubre, se determinaron las actuaciones a corto plazo que se pueden desarrollar en las zonas que registraron mayores problemas, como son La Almadraba, Buen Pastor o El Salinero. Así, se han puesto sobre la mesa soluciones para canalizar el agua de una manera más eficiente y evacuarla de una forma diferenciada a la actual red de alcantarillado, que se llena generalmente con las lluvias torrenciales.
Así, se están analizando intervenciones como aliviaderos estratégicos exclusivos para ampliar la capacidad de la red en las zonas más deprimidas, crear balsas de agua localizadas, medidas de canalización del agua en momentos de alta intensidad de lluvia, o la posibilidad de sustituir las bombas de determinadas zonas por otras más eficientes y con mayor capacidad. Ya se está estudiando técnicamente cuáles son las soluciones más idóneas para ejecutarlas lo más rápido posible.
Igualmente, se está trabajando en una serie de líneas que permitan disponer de más recursos humanos ante este tipo de situaciones de emergencias, así como para disponer de más medios técnicos que abarcan desde pantallas de agua a señalética más eficiente y disuasoria, pasando por un catálogo de bombas móviles de mayor capacidad y otro tipo de herramientas que permitan ser más eficientes en el terreno.
Otro de los aspectos abordados en la reunión es el relacionado con aquellas acciones que permitan velar por las personas más vulnerables, como, por ejemplo, contar con un censo de personas mayores que viven solas en las zonas potencialmente inundables, dar formación a los vecinos y dotarles de material de autoprotección para evitar que el agua entre en sus viviendas, entre otras.
El gobierno local califica de productiva esta primera reunión, en la que la alcaldesa, Patricia Cavada, ha dado la directriz de ir trabajando “desde ya” las medidas a largo plazo para mejorar la respuesta de la ciudad ante este tipo de situaciones.
En cuanto a las medidas a corto plazo antes señaladas, ha avanzado que la próxima semana se mantendrá un encuentro con entidades vecinales y colectivos de estas zonas para explicarles las líneas en las que se está trabajando y las soluciones que se están planteando, con idea de conocer también sus opiniones como expertos conocedores del terreno por residir en dichas zonas.